Los nombres que suenan para ocupar el puesto de Laura Sarabia en la Casa de Nariño

Luego del escándalo en el que se vio envuelta la exjefa de gabinete del Gobierno Petro, Laura Sarabia, por supuestas chuzadas y prácticas de polígrafo irregulares a su niñera, que después desató en todo un rifirrafe con el embajador saliente, Armando Benedetti, y que le cobró su puesto en la Casa de Nariño, ahora se sabe que actualmente hay tres nombres que luchan por convertirse en la mano derecha del presidente de la República.

Aunque no existen candidatos oficiales para ocupar el lugar de Sarabia, en los pasillos de la casa de gobierno se rumoran tres candidatos que, al parecer, llevan su propia batalla por conquistar el corazón del presidente y así obtener uno de los puestos más importantes en el país. El primer nombre que resuena es el de Vladimir Fernández, actual secretario jurídico de Presidencia y quien, según El Colombiano, estaría sumándose a sus labores diarias, algunas tareas como manejar la agenda primer mandatario e incluso ser consejero sobre las personas con las que sí y las que no puede hablar. Sin embargo, el abogado externadista no pierde tampoco la mira en su intención de ser nombrado parte de la terna de Gustavo Petro para ser elegido fiscal general de la Nación.

El otro nombre que retumba en los pasillos de la Casa de Nariño es el de Carlos Ramón González, quien fue recientemente nombrado director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre). Es abogado y politólogo especialista en medio Ambiente, y ha sido candidato a la Asamblea Nacional Constituyente del 91, así como representante a la Cámara, concejal de Bucaramanga, director del partido Alianza Democrática M-19 y, más recientemente, director del Partido Verde.

La relación entre González y el primer mandatario no es reciente, ya que décadas atrás pertenecieron a la extinta guerrilla del M-19 y, según cuentan, es un excelente militante político y un negociador de primera. Incluso, según el propio partido Alianza Verde, se cataloga como el protagonista en las elecciones por la Alcaldía Mayor de Bogotá en 2019, que se llevó la hoy alcaldesa Claudia López, por ser el artífice de que una mujer llegara al Palacio de Liévano.

El tercer nombre que suena para el cargo de jefe de gabinete proviene desde la dirección de la Unidad Nacional de Protección (UNP). Se trata de Augusto Rodríguez, a quien, según fuentes del medio mencionado, se le ha visto en la última semana mucho más cerca del primer mandatario hablando sobre diferentes escenarios políticos. Según afirma el medio, el ingeniero químico de la Universidad Nacional de Colombia y también exmilitante del M-19, sería uno de los asesores en el más reciente discurso de Gustavo Petro, donde se le vio más radical con frases como “ministro o ministra que no haga caso, se va”.

Aunque ninguno ha hecho público su interés por estar más cerca de Petro, lo cierto es que se mantiene una puja interna entre los tres por ganarse la confianza del primer mandatario. Incluso dos de ellos estuvieron presentes durante el consejo de ministros donde aplaudieron con fervor al presidente de la República. Sin embargo, al presidente le han ofrecido otras opciones para quedarse con el cargo y la oficia contigua a la suya, entre los que resaltan Alfonso Prada, actual embajador de Colombia en Francia, quien ya se ha desempeñado en cargos similares durante el mandato del expresidente Juan Manuel Santos; o Susana Muhamad, la ministra de Ambiente, quien acompañó a Petro como asesora de despacho durante su periodo en la alcaldía de Bogotá.

Otro nombre que llegó a oídos de Gustavo Petro para acompañar en su gobierno fue el de Daniel Rojas, director de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), y quién hizo parte de la construcción del plan de Gobierno del mandatario, pero no es el más opcionado para quedarse con el puesto.

Aunque el presidente aún no revela quién será su nueva ficha clave, lo cierto es que el mismo Petro ha sido enfático en decir que no quiere concentrar tanto poder en una sola dependencia de la Casa de Nariño, por lo que se mantiene la incertidumbre de quién será el nuevo jefe de gabinete y cuáles serán sus funciones en lo que resta del periodo presidencial.