El Corredor Verde de la Séptima se construirá, aseguró el IDU: en qué consiste y cómo reducirá en un 50% el tiempo de viaje en transporte público

La megaobra de Claudia López por la importante avenida bogotana ha causado protestas de quienes temen la eliminación de carriles

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Habitantes de la Séptima denuncian que la alcaldesa no ha consultado su opinión. Crédito: Séptima Verde, Alcaldía de Bogotá.
Habitantes de la Séptima denuncian que la alcaldesa no ha consultado su opinión. Crédito: Séptima Verde, Alcaldía de Bogotá.

El corredor verde por la carrera séptima se convirtió en una de las banderas de la administración de Claudia López a principios del 2020, después de dos décadas, en las que fallaron los intentos de otros alcaldes por transformarla.

El proyecto nació después de que, en 2019, logaron tumbar el Transmilenio por la séptima de Enrique Peñalosa. La Alcaldía presentó una nueva iniciativa, solicitando propuestas de la ciudadanía para transformar su diseño inicial.

Fue así como, el 91% de las observaciones que recibieron en la alcaldía fueron incorporadas al megaproyecto, que concibe una nueva carrera séptima con espacios verdes, plazoletas, carril para peatones, ciclorruta y un 100% de transporte público sostenible.

Sin embargo, la idea de un solo carril para vehículos particulares y motocicletas en sentido norte-sur –entre las calles 92 y 28– y el cierre total, en este sentido, del carril mixto hasta que finalicen las obras, ha resultado ser la manzana de la discordia.

Los ciudadanos temen que las vías alternas, para las cuales no hay un presupuesto en la obra, no puedan asumir la cantidad de vehículos que se desplazan por la carrera séptima, por lo que, el martes (21 de febrero) en la mañana, salieron a protestar en contra de la iniciativa, en movilizaciones que trancaron la vía desde su intersección con la calle 94.

Ante el anuncio de las protestas, el director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), Diego Sánchez, intentó dar un parte de tranquilidad, en una entrevista para City Noticias: “El proyecto corredor verde no es un proyecto, exclusivamente, para mejorar la movilidad en la séptima, hemos diseñado un proyecto que tiene un impacto sobre todo el borde oriental de Bogotá, desde la calle 200 hasta el centro. Y el borde oriental no es solamente la séptima, son vías alternas como la circunvalar, la quinta, la once, la trece. Vías que también requieren una mejor oferta de infraestructura para los vehículos particulares y el transporte público”.

Sánchez reprocha que, a pesar de que el 70% de los viajes por la séptima se realizan en vehículos de transporte público, la mayoría de los carros que se movilizan por este corredor sean de uso particular:

“acordémonos también que este proyecto lo que busca es mejorar la movilidad. Una movilidad más sostenible, más incluyente. Hoy tenemos una desigualdad en la forma en la que la gente se mueve por la séptima. Hay muchos vehículos particulares en donde van muy pocos viajes, En cambio el transporte público, que lleva muchísima gente, no tiene tantos buses, entonces lo que queremos es mejorar los tiempos de viaje, que es algo fundamental”.

Y garantiza que distintos actores viales resultarán beneficiados con el corredor verde por la séptima y las obras que aligerarán el tráfico, direccionando a la mayoría de los vehículos a vías alternas:

“En este proyecto la idea es que todos ganen. Gana el que va en el transporte público porque va a tener una reducción en sus tiempos de viaje de hasta un 50%. Entendiendo que un 70% de los viajes que se realizan por la séptima son en transporte público. Gana el ciclista porque va a tener siempre un carril exclusivo, seguro, segregado. Va a ganar el peatón que, tal vez, es el que hoy menos espacios tiene: muy pocos andenes, de mala calidad, que no cumplen con las normas. Va a ganar la seguridad vial, porque hoy no tenemos pasos seguros en la séptima. La gente tiene que atravesarse en muchos sitios, exponiendo su vida”.

E, incluso, se atrevió a decir que las motocicletas y vehículos particulares también resultarán beneficiados, a pesar de la reducción de carriles y pasajeros hora sentido, entre el centro y la calle 200:

“Va a ganar también el vehículo particular porque vamos a mejorar, desde la 147, la 134, la 127, ahí vamos a hacer unas intersecciones para evitar que haya tanta congestión”.

Por ejemplo, en la intersección de la carrera séptima con calle 85, en donde los vehículos que suben y bajan de La Calera suelen ocasionar extensas filas “queremos hacer un paso a desnivel; es decir, un puente, parta que los vehículos que vengan de la calera, desde el norte, puedan pasar por encima del puente y pasar derecho, sin tener que parar en el semáforo. Y los vehículos que vienen por la séptima podrán seguir hacía La Calera por debajo del puente, al igual que los ciclistas que también tendrán un paso por el deprimido, que mejorara las condiciones de conectividad”.

Sin embargo, esto no parece convencer a los conductores y dueños de apartamentos sobre la sétima, quienes, al parecer, seguirán pronunciándose en contra, con mayor fuerza, hasta que se abra la licitación de la obra en abril y se adjudique a un consorcio a mediados de junio.