Desde los primeros días de 2023 se prendieron las alarmas por las condiciones en las que sobreviven integrantes de la comunidad nukak maku en San José de Guaviare y la presunta violación a los derechos de los menores de edad en esta zona del país.
Distintos organismos de control y sectores se pronunciaron, uno de estos, la Procuraduría General de la Nación, que fue hasta la capital del departamento del Guaviare para hacer una inspección y registro diferentes problemáticas.
El Ministerio Público puso en alerta a las autoridades y exigió al Gobierno nacional hacer un esfuerzo institucional para atender las necesidades del municipio categoría 6.
Entre el panorama que fue socializado por Javier Augusto Sarmiento, procurador delegado para la defensa de los Derechos Humanos, se advirtió que tras visitar la comunidad indígena y escucharla se encontró: falta de recursos como agua potable y alimentos, problemas de salubridad y drogadicción, sumado a la prostitución y una infancia desatendida: en promedio, al menos había 60 menores en pésimas condiciones.
La situación no puede ser atendida de forma local porque el municipio no tiene los recursos suficientes debido a que es un municipio categoría 6, lo que quiere decir, que es una zona con población igual o inferior a 10 mil habitantes y con ingresos corrientes de libre destinación anuales no superiores a 15 mil salarios mínimos legales mensuales. Por lo que el funcionario señaló:
A lo anterior se le suma que la comunidad, hasta hace unos años, vivía en la selva entre el Guaviare e Inírida, pero que tuvo que desplazarse a las ciudades por la violencia de la zona; y que actualmente carece de oportunidades debido a que para subsistir dependían de la caza y no saben otras formas de subsistencia.
En cuanto a uno de los casos de violación colectiva presuntamente perpetrado por militares a una menor de 15 años, en la Procuraduría se encuentra el registro y los testimonios que muestran dos versiones de los hechos. Por un lado, existe un testimonio de un militar que apoya la denuncia de violación, señalando que:
Por otro, la versión de los acusados se basa en que las relaciones que sostuvieron con la menor de edad fue con consentimiento: “Esa misma noche, allá arriba la cogieron y la metieron en un matorral que está al frente de la guardia y luego fue que ahí, al otro día, empezaron los rumores… Yo solamente vi una vez a la peladita, una vez que salí a llamar a las 19:00 horas y se quedaba como hasta las 3:00 a. m.”, se lee en una de las declaraciones.
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