Vale remueve temporalmente a sus ejecutivos debido al colapso de la represa en Brasil

Por Ernesto Londoño y Manuela Andreoni y Tiffany Hsu

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(AFP)
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Ernesto Londoño y Manuela Andreoni reportaron desde Río de Janeiro. Tiffany Hsu reportó desde San Francisco.

 

Los altos ejecutivos de Vale, la compañía minera más grande de Brasil, acordaron durante el fin de semana retirarse temporalmente de sus cargos atendiendo a una petición de los fiscales brasileños que elaboran un caso de negligencia criminal, debido al accidente sucedido en enero cuando colapsó una represa de un complejo minero de Vale, un accidente que provocó la muerte de cientos de personas.

En un documento judicial emitido el viernes, los fiscales federales y estatales instaron a la empresa minera a suspender a su director ejecutivo, Fábio Schvartsman, y a otros ocho altos ejecutivos, mientras continúa la investigación del desastre acaecido el 23 de enero en la ciudad de Brumadinho en el estado de Minas Gerais.

La presentación legal, que sostiene que los funcionarios de Vale ignoraron las advertencias de riesgo y tenían protocolos de seguridad inadecuados, solicitó que la compañía excluya de sus instalaciones a los principales funcionarios y los obligue a suspender todas las operaciones comerciales.

Vale anunció el sábado por la noche que su junta directiva acordó atender la sugerencia y dijo que Schvartsman y los otros altos funcionarios se retirarán temporalmente.

La empresa dijo en un comunicado que pretende construir una "relación transparente y productiva con las autoridades brasileñas para aclarar los hechos, remediar de manera adecuada los daños y mantener la integridad de la compañía".

Esa declaración refleja la estrategia más reciente de Vale, compañía que ha estado en crisis desde que un torrente de lodo y fango arrasó su complejo en Brumadinho, enterrando a decenas de empleados y residentes locales además de liberar grandes cantidades de residuos tóxicos que recorrieron varios kilómetros en el cauce de un río.

Al menos 186 personas murieron y se estima que las 122 que siguen desaparecidas también fallecieron. No queda claro si las suspensiones temporales de los ejecutivos representan el primer paso hacia una revisión completa del liderazgo de esa empresa que es un pilar de la economía de Brasil.

Vale ya había sido sometida a investigaciones después de que una represa de la que era copropietaria se rompiera en noviembre de 2015 y matara a 19 personas. Ambos desastres ocurrieron en el estado de Minas Gerais.

En una carta que fue enviada el sábado a los miembros de la junta directiva de Vale, Schvartsman defendió su gestión de la empresa.

"Estoy absolutamente convencido de que mi conducta personal y la de los miembros de nuestro liderazgo, a quienes ahora se les pide que renuncien, fue absolutamente adecuada, correcta y, principalmente, acorde a nuestro compromiso no negociable de seguridad en las operaciones de la compañía".

En su presentación del viernes, los fiscales aseguraron que la conducta corporativa de Vale era "diametralmente opuesta" a su compromiso de mantener altos estándares sociales y ambientales.

El documento legal no asigna culpabilidad de manera específica a los ejecutivos, pero deja en claro que a los investigadores les preocupa que mantenerlos en la dirección de la empresa obstaculice las investigaciones.

Los fiscales también argumentaron que los ejecutivos de la compañía continúan "actuando de manera dañina" para la sociedad, al ignorar los riesgos en otras represas de Vale.

De igual manera, los investigadores cuestionan que Schvartsman haya nombrado a Gerd Poppinga para supervisar las interacciones de la compañía con el gobierno tras el desastre de enero, y señalaron que Poppinga enfrenta cargos relacionados con el accidente de la represa sucedido en 2015.

La junta directiva de Vale nombró a Eduardo Bartolomeo, un veterano gerente de la compañía, como director ejecutivo interino.

La suspensión temporal de los altos ejecutivos es la medida más reciente de la empresa, luego de que el mes pasado se ordenó la detención de ocho empleados cuando los investigadores ejecutaron las órdenes de registro en varias instalaciones. Esas ocho personas se encuentran bajo sospecha de asesinato en primer grado.

Los fiscales han dicho que la relación de Vale con los contratistas que monitoreaban los estándares de seguridad creaba un conflicto de intereses porque las empresas externas podían obtener ganancias al certificar que los enclaves mineros operaban de manera segura.

En septiembre pasado, por ejemplo, Vale cortó relaciones con un auditor de seguridad que hizo advertencias sobre la presa. Posteriormente, según los fiscales, la empresa recibió un diagnóstico favorable proveniente de otra firma.

Los fiscales agregaron que la evidencia que han revisado sugiere que, como asunto de política, Vale engañó a los funcionarios del gobierno sobre los riesgos de sus represas. Esto se hizo para "garantizar las actividades económicas de la empresa sin estar expuestos a cuestionamientos" por parte de los funcionarios reguladores y los organismos estatales.

Los analistas reconocen a Schvartsman por dirigir de manera hábil a la compañía durante la reciente recesión de Brasil, que se vio agravada por la disminución de la demanda de materias primas.

"Estaba poniendo a la compañía nuevamente en el camino", dijo Paul Gait, analista de minería de Bernstein Investment Research and Management. "Hubo dudas acerca de si la compañía sobreviviría a la crisis de las materias primas, pero la recuperó y, algunos dirían, que la salvó".

Gait dijo que los analistas de la industria habían asumido que Schvartsman mantendría su trabajo, luego de ver que no renunció inmediatamente después del desastre.

"Parecía haber resistido la tormenta, y lo último que necesitaba la junta directiva o Vale eran más interrupciones en el liderazgo de la empresa", dijo Gait.

La semana pasada, Moody's Investors Service rebajó su perspectiva para Vale, debido al dinero que la compañía deberá gastar para responder al accidente y la incertidumbre creada por la investigación criminal en curso.

Una de las principales preocupaciones de Vale es "la magnitud de las posibles multas, sanciones y compensaciones que la empresa tendrá que pagar", dijo Carlos De Alba, un analista de materias primas de Morgan Stanley.

De Alba agregó que la industria minera se ha vuelto cada vez más sensible a los problemas de seguridad desde que estalló la represa.

"Las empresas se han mostrado mucho más conscientes de su propia situación y quieren ser más transparentes", dijo. "Esto va a tener un impacto dramático en la industria en términos de cómo construir y divulgar información sobre las presas de relaves. Todos analizan cualquier riesgo potencial en sus propias empresas".

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