La Cámara de los Comunes del Reino Unido aprobó el proyecto de ley que busca deportar inmigrantes a Ruanda

Este resultado evitó un fuerte debilitamiento de la imagen del primer ministro Rishi Sunak que, al impulsar la propuesta, se enfrentó a discrepancias de su propio partido. El plan todavía debe pasar por la Cámara de los Lores

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La Cámara de los Comunes del Reino Unido aprobó el proyecto de ley que busca deportar inmigrantes a Ruanda (REUTERS)
La Cámara de los Comunes del Reino Unido aprobó el proyecto de ley que busca deportar inmigrantes a Ruanda (REUTERS)

La Cámara de los Comunes del Reino Unido aprobó este miércoles el proyecto de ley que busca deportar migrantes a Ruanda. La votación finalizó con 320 diputados a favor y 276 en contra, por lo que ahora el plan pasará a la Cámara de los Lores para un segundo examen.

Esta definición, que concluyó con un amplio margen entre los detractores y los impulsores, representó también un gran alivio para el primer ministro, Rishi Sunak, ya que se trataba de una importante amenaza a su liderazgo.

Desde su llegada a Downing Street, Sunak estuvo comprometido con reducir la inmigración del Reino Unido, que ha alcanzado niveles récord, así como impedir que los solicitantes de asilo crucen de Francia hacia su territorio en botes. Es por ello que fomentó este proyecto, el cual considera esencial para disuadir a las personas de viajar por rutas no autorizadas.

Con este resultado, Sunak evitó una importante amenaza a su liderazgo al interior del partido (REUETRS)
Con este resultado, Sunak evitó una importante amenaza a su liderazgo al interior del partido (REUETRS)

Sin embargo, un grupo de diputados conservadores miembros de su partido habían planteado su oposición a la posible Ley de Seguridad de Ruanda (Asilo e Inmigración) y su voto negativo podría haber inclinado desfavorablemente la balanza del mandatario, que apostó su futuro político al plan.

Los rebeldes consideraban que los lineamientos no iban lo suficientemente lejos pero Sunak se oponía a hacer lugar a su planteo ya que consideraba que, de hacerlo, sería completamente vetado por el ala moderada, que ya lo considera al límite de lo aceptable.

Entre los detractores conservadores figura el ex primer ministro Boris Johnson que, si bien no es diputado y no participó de la votación, sí manifestó su apoyo a los disidentes.

Finalmente, estos cerca de 60 legisladores se echaron atrás, permitiendo la victoria de la iniciativa.

Johnson estaba entre las figuras que respaldaban a los cerca de 60 detractores del proyecto (REUTERS)
Johnson estaba entre las figuras que respaldaban a los cerca de 60 detractores del proyecto (REUTERS)

De todas formas, Sunak aún debe trabajar por hacerse nuevamente con el apoyo de la principal agrupación opositora, los laboristas, antes de la votación a escala nacional dado que su partido está plagado de facciones. Inclusive, en los Lores, el Gobierno no tiene mayoría y, de no conseguir más respaldos, podría acabar en una nueva batalla entre políticos.

Asimismo, el texto podría enfrentarse a recursos judiciales de organismos humanitarios que alarguen aún más el debate.

El proyecto de ley data de abril de 2022, cuando Johnson anunció por primera vez el plan pero fue bloqueado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y por la Justicia local, que lo declaró ilegal.

Luego, se retomó como una respuesta del actual mandatario británico a una sentencia del Tribunal Supremo del Reino Unido que data de finales de 2023, en la que se estableció que la deportación a Kigali de solicitantes de asilo es ilegal, en línea con el derecho internacional.

La iniciativa establece a Ruanda como un país seguro y busca otorgar a los ministros poderes para ignorar secciones de la legislación internacional y británica sobre los derechos humanos (REUTERS)
La iniciativa establece a Ruanda como un país seguro y busca otorgar a los ministros poderes para ignorar secciones de la legislación internacional y británica sobre los derechos humanos (REUTERS)

Es por ello que, ahora, Sunak propone que Ruanda sea considerado un país seguro y busca otorgar a los ministros poderes para ignorar secciones de la legislación internacional y británica sobre los derechos humanos.

En diciembre, el texto ya había sido sometido a una evaluación inicial de dos días en la Cámara de los Comunes, que acabó con una primera aprobación.

(Con información de AFP)