La Unión Europea busca endurecer las fronteras para ponerle un freno al turismo ruso

La Unión Europea estudia una solución común que signifique un “castigo” moral para los ciudadanos de Rusia que lleguen con fines turísticos

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La Unión Europea estudia una solución común que signifique un “castigo” moral para los turistas rusos
La Unión Europea estudia una solución común que signifique un “castigo” moral para los turistas rusos

Cerrar las fronteras para los ciudadanos de la Federación Rusa en una señal clara de repudio a la invasión ilegal de su país a Ucrania. De esta forma los estados bálticos están considerando endurecer las sanciones contra el Kremlin, cercando las normas para que ingresen a Europa, medida que podría generalizarse en el bloque comunitario, dado que el cierre a las conexiones aéreas no ha sido suficiente si se toma en cuenta la cantidad de turistas que llegan desde Rusia.

“Las sanciones más importantes consisten en cerrar las fronteras a los rusos”, insistió recientemente el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en una entrevista con el diario Washington Post.

A partir del 18 de agosto, Estonia, con un gobierno decidido a enfrentar la amenaza que representa sobre Europa el régimen del Kremlin, prohibirá que a pesar de su visa Schengen los rusos puedan hacer paseos recreativos mientras la cruenta guerra se prolonga en el tiempo. Un objetivo: concientizar sobre los abusos de la invasión dispuesta por Moscú, frente a la propaganda de Vladimir Putin para hacerles creer a sus conciudadanos que es sólo una “operación militar” para desnazificar y liberar a Ucrania.

La entrada con un visado emitido en otro país de la Unión Europea (UE), hasta ahora ha sido posible sin ningún problema. Pero el argumento de Estonia, que avisó de la multiplicación de entradas a Europa vía terrestre por su país, es que han realizado visitas turísticas por todo el continente usando a los países bálticos como puerta de acceso. Este antecedente, que ya toma forma concreta en estas naciones y Finlandia, espera extenderse a toda la Unión Europea, idea que ha comenzado a debatirse entre los Veintisiete.

“Es hora de acabar con el turismo ruso”. Fue un pedido que impresionó dentro del bloque comunitario, realizado por la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, quien solicitó a sus socios que ya no emitan visas de turista a ciudadanos rusos.

“Visitar Europa es un privilegio, no un derecho “, escribió en Twitter Kallas. Al igual que el resto de países bálticos, Polonia o República Checa, su país ya no otorga, salvo contadas excepciones, visados a rusos desde el 28 de julio. Se busca que solo los ciudadanos rusos que viven permanentemente puedan moverse con tranquilidad y para aquellos que justifiquen viajar para visitar a familiares.

Cuando en julio se decidió levantar las restricciones por la crisis sanitaria del coronavirus, los ciudadanos rusos han incrementado sus llegadas a Europa y, en particular, a los Estados bálticos. Debido a que las sanciones impuestas no hacen posible ningún vuelo entre Rusia y la UE desde el 28 de febrero, los rusos que deseen viajar hacia el oeste ingresan al espacio Schengen cruzando la frontera terrestre que los separa, en particular, de Finlandia, Estonia y Letonia.

El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Reinsalu, confirmó la restricción a la entrada al país báltico de ciudadanos rusos que dispongan de visados para el espacio Schengen. No obstante, la medida afecta sólo a los visados expedidos por Estonia y no está claro qué ocurrirá con los rusos que hayan obtenido visados de otros países europeos.

La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, también expresó su apoyo a la idea de una prohibición europea de otorgar visas de turista a los rusos. Su gobierno está considerando restringir la emisión de visas de turista para ciudadanos rusos. Por ejemplo, asignar sólo un día a la semana para la recepción de solicitudes, adelantó un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores de Finlandia.

Una sanción moral para los rusos, una cuestión de valores. Incluso en Finlandia, algunos puntos turísticos, como las cataratas de Imatra en la ciudad del mismo nombre, un lugar muy concurrido por los visitantes rusos, el gobierno local ha decidido que el himno nacional de Ucrania sea emitido varias veces para manifestar su repudio a la invasión sobre ese país.

En Lappeenranta, una localidad situada a orillas del lago Saimaa en el sureste del país, próxima a la frontera con Rusia, también suena todas las noches sobre el ayuntamiento, replicándose esta fórmula a los centros comerciales populares entre los turistas rusos.

La ministra de Estonia, Kaja Kallas, y de Finlandia, Sanna Marín (Reuters)
La ministra de Estonia, Kaja Kallas, y de Finlandia, Sanna Marín (Reuters)

“El objetivo es expresar un fuerte apoyo a Ucrania y condenar la guerra de agresión”, dijo el alcalde Kimmo Jarva. “Tenemos que tomar una decisión. Hay un animado debate sobre el tema de la visa en Finlandia. Por supuesto, si los turistas rusos no vienen aquí, significa una pérdida de ingresos para las empresas, y eso es una pena. Todavía se considera esencial que un país independiente no es invadido y la gente muere en las guerras. Esos son valores mucho más importantes y apoyamos totalmente a Ucrania en este sentido”, explicó.

Por su parte, el Gobierno polaco manifestó una propuesta de restricciones similares. Según ha declarado el viceministro de Exteriores del país, Piotr Wawrzyk, siguiendo el ejemplo de Estonia y Letonia, se está “desarrollando un concepto que imposibilita la entrega de visados a los rusos”.

Wawrzyk se ha mostrado a favor, en nombre de su país, sobre nuevas sanciones contra Rusia por la guerra invasión de Ucrania, entre ellas la suspensión de estos visados. Al respecto el funcionario explicó que esta analizando otra forma de impedir el ingreso, pero con una fórmula que sea aceptada por otros estados miembros.

“Como Alemania, Francia o Países Bajos, se han declarado en contra, debido a esta reticencia, Polonia está trabajando en una nueva solución”, ha indicado el viceministro, quien añadió: “Esperamos tener una decisión al respecto en las próximas semanas”.

El Código Europeo de Visados no prevé una prohibición generalizada y automática de la expedición de dicho documento. Se basa en un análisis de las solicitudes de forma individual, por lo cual los estados miembros deberían decidirlo en el marco de la política de sanciones a la Federación Rusa.

Antes de prohibir las visas de turista, el Consejo de la Unión Europea, integrado por los gobiernos de los Veintisiete, podría suspender o derogar el acuerdo de facilitación de visas entre Rusia y la UE. Este régimen posibilita a los ciudadanos rusos obtener visas europeas ágilmente y a bajo costo. Al momento, solo está en parte suspendido desde el 25 de febrero para determinadas categorías de personas vinculadas al poder ruso.

Para ir hacia una medida mas restrictiva, los especialistas sostienen que hay que tomar medidas adicionales. Una de ellas, según Philippe De Bruycker, experto en derecho europeo de asilo e inmigración en la Universidad Libre de Bruselas, “sería inteligente aplicar medidas restrictivas, incluidas prohibiciones de viaje, a categorías adicionales de personas, por ejemplo, diplomáticos o altos funcionarios, en lugar de tomar medidas que se apliquen a todos sin distinción “.

El debate está abierto. Entre los Veintisiete, desde un principio, la política de sanciones se basó en la idea de no “castigar” a la propia población rusa y de diferenciar a los ciudadanos rusos comunes del régimen.

“No estamos en guerra contra la población rusa” , explican fuentes en Bruselas publicadas por medios europeos. Tamizando este otro principio, los estados miembros podrían discutir las visas de turista en la próxima reunión informal de ministros de Relaciones Exteriores el 31 de agosto.

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