El flamante presidente de Corea del Sur se negó a vivir en el palacio oficial y desató la polémica

Mientras la oposición acusa a Yoon Suk-yeol de temerle a una “maldición” milenaria, el mandatario había prometido durante su campaña que abriría la “Casa Azul” al pueblo

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La gente visita la Casa Azul presidencial que se abre al público en Seúl, Corea del Sur, el 10 de mayo de 2022 después de que el presidente se rehusara a vivir en ella por primera vez desde que se fundó la república
La gente visita la Casa Azul presidencial que se abre al público en Seúl, Corea del Sur, el 10 de mayo de 2022 después de que el presidente se rehusara a vivir en ella por primera vez desde que se fundó la república

Este martes, Yoon Suk-yeol se convirtió en el primer presidente de Corea del Sur que no comienza su mandato familiarizándose con las instalaciones del palacio presidencial, llamado “Casa Azul”, por el color de su techo.

La decisión ha desatado una polémica en el país, pues el presidente ha optado por instalar su oficina en el antiguo edificio del Ministerio de Defensa en el centro de Seúl.

Según medios locales, tanto miembros de la oposición como afines al partido de gobierno han recibido con recelo esta decisión del mandatario, pues señalan que se debe al consejo de chamanes que son muy cercanos a su esposa, Kim Kun-hee, y que habrían influido en su campaña presidencial.

Tanto fue el revuelo, que Yoonl se vio obligado a salir a desmentir los rumores, una jugada que solo ha atizado un fuego que está ardiendo desde la campaña presidencial.

El presidente de 61 años insistió en que esta “teoría” había sido inventada por sus oponentes políticos en busca de desacreditarlo.

“El Partido Demócrata parece estar más interesado en los chamanes que yo”, dijo a los periodistas después de su victoria electoral el 9 de marzo, y agregó que había considerado varios lugares para su nueva oficina y residencia.

El nuevo presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, asumió el martes sus funciones  con un llamado a que Corea del Norte renuncie a su arsenal nuclear a cambio de incentivos económicos, en un momento de fuertes tensiones en la península
El nuevo presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, asumió el martes sus funciones con un llamado a que Corea del Norte renuncie a su arsenal nuclear a cambio de incentivos económicos, en un momento de fuertes tensiones en la península

Los rumores que unen al nuevo presidente con los consejeros chamanes surgieron después de que su esposa le dijo a un canal de Youtube en plena campaña que ella era una “persona espiritual” y que prefería las discusiones significativas con gurús a visitar clubes nocturnos.

Durante la campaña Yoon también se vio obligado a negar que frecuentaba un acupunturista anal.

Debido a su negativa de ocupar la residencia presidencial, se especuló que Yoon estaba decidido a evitar la “maldición” de la Casa Azul que había caído sobre varios de sus predecesores, incluido el dictador Park Chung-hee, quien fue asesinado en los terrenos del edificio en 1979, y su hija, Park Geun-hye, quien fue acusada y encarcelada por corrupción en 2017.

Independientemente de las razones el caso no deja de ser inusual, y despertar sorpresa entre los miembros del público que se reunieron en las cercanías de la Casa Azul para presenciar el juramento presidencial.

“Se siente surrealista”, dijo Hwang Jin-woo, que trabaja para una empresa de construcción, a The Guardian fuera del edificio, cuyos terrenos se convertirán en un parque público.

“Desde que era joven, este lugar ha sido un símbolo de poder. Hasta ayer era un símbolo de poder, pero ahora el público puede acceder a él. Nací hace unas décadas, en un momento en el que ni siquiera podía echar un vistazo a este lugar. Pero de repente se le ha dado a los ciudadanos, por lo que es un poco abrumador”, afirmó.

Lee Jin-ok, quien estaba de visita desde Suwon, cerca de Seúl, estuvo de acuerdo. “Creo que es realmente genial que haya regresado a los brazos de la gente”, dijo. “Tiene mucho valor cultural y siempre he pensado que la Casa Azul es uno de los edificios más bellos de Corea. Espero que la gente venga aquí y se divierta mientras aprende sobre la historia de Corea y sus presidentes anteriores”.

Pero Kim Moon-soo, un oficinista, dijo que no estaba seguro de si los millones de dólares utilizados para establecer la nueva oficina de Yoon habían sido dinero bien gastado.

El nuevo presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, saluda a sus seguidores mientras se marcha después de asistir a su ceremonia de inauguración en la Asamblea Nacional en Seúl, Corea del Sur, el 10 de mayo de 2022
El nuevo presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, saluda a sus seguidores mientras se marcha después de asistir a su ceremonia de inauguración en la Asamblea Nacional en Seúl, Corea del Sur, el 10 de mayo de 2022

“Creo que fue un poco exagerado demostrar que está cumpliendo su promesa desde el primer día”, dijo Kim. “Al mismo tiempo, espero que cumpla sus otras promesas y cuide bien del país durante estos tiempos difíciles”.

Yoon Suk-yeol, quien se ha denominado “el presidente del pueblo”, afirmó que el edificio, ubicado al pie de una montaña en un sitio que alguna vez usaron los japoneses durante su dominio colonial de la península de Corea entre 1910 y 1945, era un “símbolo del poder imperial” que se abriría al público como una señal de su compromiso con una presidencia más abierta y democrática.

Los sucesivos presidentes de Corea del Sur han vivido y trabajado allí desde que el país se convirtió en república en 1948.

Uno de los principales críticos de la decisión fue el predecesor de Yoon en el cargo, Moon Jae-in, quien criticó la medida como apresurada y dijo que representa una posible amenaza para la seguridad.

Otros partidarios conservadores también cuestionaron la decisión, que se estima que costó 40 millones de dólares, en un momento en que Yoon debería centrarse en la economía y Corea del Norte.

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