Cuáles son las alternativas con las que cuenta Putin si Europa deja de comprarle gas a Rusia y qué papel jugaría China

Actualmente la UE importa desde Moscú entre el 41% y el 65% del recurso natural que se consume en la región. Un aspecto que no puede dejar de considerarse en medio de esta crisis, es que el Kremlin paga millones de dólares en impuestos a Ucrania y Polonia por permitir que sus ductos pasen a través de esos territorios

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Luego de que el presidente ruso, Vladimir Putin, tomara la nefasta decisión de invadir el territorio ucraniano, la postura que ha asumido Occidente para frenarlo en su descontrolada obsesión bélica, ha sido a través de una importante batería de sanciones que dejan a Rusia prácticamente aislada del sistema financiero global.

Una de las medidas que más preocupa a Putin es que Europa pueda dejar de comprarle gas a Rusia. Actualmente la Unión Europea importa desde Rusia entre el 41% y el 65% de gas que se consume en la región. Un aspecto que no puede dejar de considerarse en medio de esta crisis, es que el Kremlin paga millones de dólares en impuestos a Ucrania y Polonia por permitir que sus ductos pasen a través de esos territorios.

Esto por supuesto que enciende las alarmes y siembra la de duda sobre, qué alternativas le quedarían a Moscú sii Europa decidiera romper sus contratos de compra de gas con Rusia, y es aquí donde China pudiera jugar un papel importante.

En mayo de 2014, la empresa rusa Gazprom y la china CNPC firmaron un histórico contrato para la venta de 38.000 millones de metros cúbicos anuales de gas ruso al gigante asiático. En diciembre de 2019, los presidentes Putin y Xi Jinping inauguraron el gasoducto “El Poder de Siberia”, que supuso una inversión de 55.000 millones de dólares.

En febrero de 2022, en el marco de nuevos acuerdos entre ambos gobiernos, Gazprom y CNPC ampliaron el contrato de compraventa anual de gas en 10.000 millones de m3 adicionales. Se prevé que el gasoducto alcance su plena capacidad de transporte en 2025. En los próximos 30 años, este contrato que supuso una inversión de 55.000 millones de dólares.

Una de las medidas que más preocupa a Putin es que Europa pueda dejar de comprarle gas a Rusia

En febrero de 2022, en el marco de nuevos acuerdos entre ambos gobiernos, Gazprom y CNPC ampliaron el contrato de compraventa anual de gas en 10.000 millones de metros cúbicos adicionales. Se prevé que el gasoducto alcance su plena capacidad de transporte en 2025. En los próximos 30 años, este contrato aportaría a las arcas rusas ingresos por 440.000 millones de dólares.

Esta es tal vez una de las opciones que Putin visualiza para sortear la crisis económica que se le viene encima si Europa decide a tomar el paso defintivo de cortar con la compra del gas ruso.

Alemania es la nación con mayor demanda del recurso. El Gobierno de ese país incluyó entre sus sanciones al régimen ruso la suspensión de la certificación del Gasoducto Nord Stream 2, que podría llevar al territorio 55 millones de metros cúbicos de gas adicionales al año. La misma cantidad que actualmente llega a través del Nord Stream 1.

La infraestructura, que ahora se encuentra en pausa, fue muy resistida por EEUU, Ucrania, Polonia y los países bálticos.

Alemania también recibe unos 100 millones de metros cúbicos de gas anuales a través de Yamal - Europa, un tercer gasoducto al sur del suelo teutón que atraviesa Bielorrusia.

El territorio europeo también es abastecido por gas ruso a través de los ductos Brotherhood y Soyuz, que transportan al año, entre ambos, unos 130 millones de metros cúbicos del recurso.

Fuera de Europa, naciones como Turquía también son abastecidas de gas por Rusia. El Turk Stream y el Blue Stream llevan al país del medio oriente casi 50 millones de metros cúbicos de gas al año. El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció el miércoles sanciones contra la empresa encargada de operar el gasoducto Nord Stream 2, que une Rusia con Alemania.

la empresa rusa Gazprom y la china CNPC firmaron un histórico contrato para la venta de 38.000 millones de metros cúbicos anuales de gas ruso al gigante asiático

“Desde que Rusia comenzó a desplegar tropas en la frontera con Ucrania, Estados Unidos ha trabajado en estrecha colaboración con nuestros socios y aliados para brindar una respuesta fuerte y unificada (...). Alemania ha sido líder en ese esfuerzo y hemos coordinado estrechamente nuestros esfuerzos para detener el oleoducto ‘Nord Stream 2′”, recoge un comunicado de la Casa Blanca.

El objetivo de Nord Stream 2, una de las iniciativas geoestratégicas de más alto perfil de Rusia, se suma a las sanciones occidentales anunciadas por Estados Unidos y aliados europeos esta semana contra dos bancos rusos, varios oligarcas y otras medidas.

He ordenado a mi administración que imponga sanciones a Nord Stream 2 AG y a sus dirigentes”, informó Biden en un comunicado. “Estas medidas forman parte de nuestra primera tanda de sanciones en respuesta a las acciones de Rusia en Ucrania”, recalcó.

El gasoducto Nord Stream 2, una de las iniciativas geoestratégicas de más alto perfil de Rusia

El martes, el canciller alemán, Olaf Scholz, anunció el bloqueo de la certificación de Nord Stream 2 como respuesta a la iniciativa del presidente ruso, Vladímir Putin, de reconocer a los territorios separatistas prorrusos de Ucrania.

“En el contexto de la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, el gobierno alemán detiene el proceso de aprobación del gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2 hasta nuevo aviso”, afirmó el canciller.

“No puede haber certificación” de esa infraestructura, afirmó Scholz en una comparecencia ante la prensa en Berlín en la que aseguró que “la situación ha cambiado” tras el reconocimiento por parte de Moscú de las autoproclamadas repúblicas prorrusas del Donbás.

Scholz dijo que el Gobierno alemán y los de sus socios de la Unión Europea anunciarán “de manera coordinada” durante el día de hoy las sanciones que impondrán a Rusia por lo que denominó una “ruptura” de Rusia de los acuerdos internacionales firmados por Moscú en las últimas décadas.

El canciller admitió que actualmente una cuarta parte del suministro energético de Alemania está basado en el consumo de gas y matizó que de él solo la mitad procede de Rusia; reconoció además que la decisión de impedir la entrada en funcionamiento de Nord Stream 2 tendrá consecuencias para el abastecimiento del país.

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