¿Se aplaza el brexit? ¡Hora de ir a las tiendas!

Por Andrea Felsted

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Manifestación contra el Brexit en Londres el 23 de marzo de 2019 (REUTERS/Henry Nicholls)
Manifestación contra el Brexit en Londres el 23 de marzo de 2019 (REUTERS/Henry Nicholls)

En Brexitlandia, buena parte de la conversación durante esta semana ha girado en torno a extensiones y retrasos. Más allá de lo que eso signifique para los diversos bandos involucrados en el debate, hay dos consecuencias para el sector minorista británico.

Posponer el divorcio británico de la Unión Europea podría propiciar un alza a corto plazo del gasto de los consumidores y ayudar a las atribuladas tiendas del país, aunque también podría causar problemas a futuro para minoristas y malls.

La primera ministra Theresa May busca aplazar el brexit hasta el 30 de junio con la esperanza de que se apruebe un acuerdo en el Parlamento dentro del plazo adicional. Los líderes de la UE que se reunirán esta semana en una cumbre podrían por su parte exigir una extensión más prolongada de hasta un año.

Desde el referendo las tiendas han tenido cautela por las negociaciones del brexit, pero su nivel de preocupación no ha sido constante. El ánimo fluctúa con la sensación de crisis en el gobierno. Si bien el gasto ha sobrevivido en mayor parte a la turbulencia en torno a las negociaciones, el drama político interno ha sido todo un fastidio.

Si la ronda más reciente de negociaciones sobre el brexit pospone por un par de meses la fecha de salida y saca al proceso de divorcio de las páginas principales aquello podría hacer que los consumidores se atrevan a gastar un poco más. Un aplazamiento más prolongado podría tener el mismo efecto y ¿por qué no? Los fundamentos son buenos. El aumento de los salarios muestra un mayor ritmo que la inflación y la gente tiene poder adquisitivo.

REUTERS/Dylan Martinez
REUTERS/Dylan Martinez

La inquietud persiste. Retail Economics, una consultora independiente, descubrió que las ventas de electrodomésticos, artículos eléctricos, muebles y solería anotaron una baja interanual en febrero, lo que indica que los consumidores siguen reacios a hacer grandes compras.

El impacto de la turbulencia actual en Westminster en el sector minorista será difícil de discernir en datos oficiales. La Pascua, un evento importante para el segmento, llegará tres semanas más tarde que en 2018, así que los patrones de gasto ya van encaminados a ser alterados. No obstante, da la impresión de que como ha sido el caso desde el referendo, los consumidores se las seguirán arreglando de alguna manera. Incluso podría haber una mayor concurrencia a las tiendas si al festivo se suma una buena temperatura y se logra que los británicos corran a comprar productos para el asado y vestidos de hombros descubiertos.

EU supporters, calling on the government to give Britons a vote on the final Brexit deal, participate in the ‘People’s Vote’ march in central London, Britain March 23, 2019. REUTERS/Henry Nicholls
EU supporters, calling on the government to give Britons a vote on the final Brexit deal, participate in the ‘People’s Vote’ march in central London, Britain March 23, 2019. REUTERS/Henry Nicholls

Hace mucho tiempo digo que si las minoristas pueden sobrevivir a la presión de la marcha incesante de las comprar en línea y la incertidumbre por la separación británica de la UE debieran tener un mejor punto de apoyo.

Ayuda que cierta capacidad salga del mercado. La insolvencia de Debenhams probablemente se traducirá en el cierre de ciertas tiendas. El grupo Arcadia de Philip Green se apresta a eliminar algunos locales.

Sin embargo, hay advertencias.

En primer lugar, si se agenda una nueva fecha de salida cerca de fin de año, como sugieren algunos informes, aquello podría establecer un foco de tensión política en medio de las compras navideñas, el período que da cuenta de la mayor parte de las ganancias minoristas. Pero incluso un tipo de aplazamiento en donde el Reino Unido pueda salir en cualquier momento hasta una fecha en particular podría prolongar la montaña rusa.

Mientras más pospongan invertir las empresas asustadas por el brexit, mayor es el riesgo de daño a la economía y al empleo. Los consumidores cambian sus hábitos adquisitivos de manera más drástica cuando se cierne la sombra del desempleo, así que cualquier atisbo de recesión podría frenar sus gastos.

Para que los consumidores finalmente puedan desembolsar efectivo sin preocupación se requiere una resolución firme y una salida sin turbulencia de Europa. Para mala fortuna de las tiendas, ambas cosas se mantienen muy lejos.

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.

Fuente: Bloomberg