Las autoridades en Georgia informaron este lunes del hallazgo de unos 2.600 votos que no fueron contados durante el primer escrutinio de las elecciones estadounidenses del 3 de noviembre, una cifra que no alterará el resultado provisional a favor del aspirante presidencial demócrata, Joe Biden.
Georgia empezó el viernes de la semana pasada un recuento manual del escrutinio después de que el escrutinio concluyera con el presidente electo, Joe Biden, adelantando al todavía mandatario, Donald Trump, por poco más de 14.000 votos.
Los votos encontrados durante el recuento manual pertenecen al condado de Floyd, donde se impuso Trump con más del 70%.
Según dijo al periódico local The Atlanta Journal-Constitution el presidente del Partido Republicano en ese condado, Luke Martin, los sufragios encontrados permitirán a Trump reducir en unos 800 votos el margen de más de 14.000 que le lleva Biden.
“Es muy preocupante, Pero no parece ser un problema generalizado. Me alegro de que la auditoría lo haya revelado y es importante que se cuenten todos los votos”, sostuvo el dirigente republicano.
Las autoridades electorales en Georgia atribuyeron el incidente a un error humano durante el escrutinio y detallaron que los votos no se contaron porque trabajadores del condado olvidaron cargar en el sistema un archivo que tenían en una tarjeta de memoria.
También aseguraron que no se han encontrado errores similares en otros condados durante el recuento manual que empezó el viernes y tiene que terminar este miércoles, antes de que el estado certifique sus resultados.
Presuntas presiones para suprimir votos
La máxima autoridad electoral de Georgia, el republicano Brad Raffensperger, denunció presiones de compañeros de su partido para invalidar votos que le dieron la victoria al demócrata Joe Biden.
En una entrevista con The Washington Post, Raffensperger dijo que ha recibido amenazas de muerte. “Además de enojarte, también es muy desilusionante, en particular cuando se trata de personas de mi partido”, dijo durante la entrevista Raffensperger, que tiene el cargo de secretario de Estado.
Según Raffensperger, el senador republicano Lindsey Graham, uno de los mayores aliados de Trump en la Cámara Alta, fue más allá al llamarle el viernes pasado para preguntarle sobre su autoridad para invalidar votos.
Graham, por su parte, lo ha negado y ha considerado “ridícula” tal acusación. Según indicó, se trató de una malinterpretación de la conversación que tuvieron.
Los republicanos han puesto en su objetivo los votos por correo, que este 2020 se dispararon debido a la pandemia y lo hicieron particularmente entre votantes demócratas, ya que Trump expresó dudas durante toda la campaña sobre su validez.
La campaña de Trump puede reclamar otro recuento en caso de que los resultados que certifique el estado el viernes arrojen una ventaja menor al 0,5 % a Biden, un escenario más que probable dado que la diferencia actual es de tres décimas. Trump insiste en que se produjeron irregularidades en varios de los estados que provocaron un fraude electoral en su contra, pero por el momento no ha aportado pruebas y las demandas que ha presentado en los tribunales no han dado ningún fruto.
(Con información de EFE)
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