Rescate de una pieza de Mingus y otras sorpresas en un festival a puro jazz en Bogotá

"Cumbia & Jazz Fusion" sonará por primera vez con instrumentos caribeños. Además, grandes músicos se presentarán en la nueva edición de "Jazz al Parque", durante el sábado y el domingo en la capital colombiana

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Jane Bunnett y Maqueque
Jane Bunnett y Maqueque

El hombre con insomnio había compuesto, en 1960, un tema llamado "Extraña pesadilla". Diecisiete años después, a partir del proyecto de la música para un film que jamás se realizó, Charles Mingus tuvo un sueño que vio la luz en 1977 pero acabará de concretarse recién este domingo.
La película se trataría del tráfico de drogas entre Colombia y los Estados Unidos. El asesor del genial contrabajista, pianista y compositor fue Justo Almario, un saxofonista colombiano que había llegado a los 16 años como parte de un proyecto fracasado, Cumbia Colombia, del empresario Chucho "el Conga" Fernández, que había sido becado en el célebre Berklee College de Boston y que dirigía musicalmente la banda del conguero cubano Mongo Santamaría. Hubo varios encuentros, en los que participaron tres percusionistas latinos, y donde se escuchó música: Los Gaiteros de San Jacinto, la orquesta de Lucho Bermúdez.

Y, como resultado, hubo un disco, Cumbia & Jazz Fusion. Pero allí no hubo gaitas –el oboe indígena del Caribe colombiano que se convirtió en marca de fábrica de porros y cumbias– ni cañas de millo –otro instrumento folklórico con una caña vibratoria que ocasionalmente reemplaza a la gaita–. A cambio, se utilizaron oboe, corno inglés, clarinete bajo y fagotes y, en lugar de la percusión tradicional colombiana, congas centroamericanas. Y, pese al enojo de Mingus, tampoco estuvo Almario, que debió partir de gira con Santamaría. Ahora, como parte del Festival Jazz al Parque, que tiene lugar este fin de semana en Bogotá, Cumbia & Jazz Fusion sonará por primera vez con gaitas, cañas de millo, tambor alegre y llamador. Y, también por primera vez, Almario, que actualmente es profesor en la Universidad de Los Angeles, será de la partida.

Partitura original de “Cumbia & Jazz Fusion”, de Charles Mingus
Partitura original de “Cumbia & Jazz Fusion”, de Charles Mingus

"Hay una versión grabada por la Mingus Big Band, una de las encarnaciones de la Mingus Dinasty, el grupo que inciaron sus discípulos –explica Daniella Cura, productora del proyecto–. Estuvimos en el departamente de Mingus en Nueva York, y tuvimos acceso a la partitura original, en lápiz, que está enmarcada y colgada en una de las paredes de la pequeña habitación que hace las veces de oficina desde la que Sue, su mujer, protege su legado gracias a una beca del National Endowments for the Arts. Y tuvimos las partituras del arreglo de la Mingus Big Band. Podría decirse que la grabación de Mingus está en el medio. La de la Big Band, que está incluida en el álbum Que viva Mingus –que la Mingus Dinasty tocó en Buenos Aires en el Festival Internacional de Jazz de 2010–, tiene muchos más elementos bop y la lleva más al terreno del jazz. Nosotros compensamos para el otro lado".

Daniella Cura y Jaime Andrés Monsalve
Daniella Cura y Jaime Andrés Monsalve

La aventura de esta resurreción del encuentro entre Mingus y la música de la costa caribeña de Colombia comienza, en realidad, con un artículo fascinante, "Los años cumbieros de Mingus", publicado el año pasado por la notable revista El Malpensante y escrito por uno de los investigadores y periodistas más importantes de Latinoamérica. Jaime Andrés Monsalve, jefe musical de la Radio Nacional de su país, columnista de El Espectador, apasionado por el tango y autor de libros sobre Gardel, sobre Piazzolla y sobre el jazz en Bogotá, rastreó por primera vez los orígenes del disco de Mingus desde el lado colombiano de la historia: la música que escuchó, los timbres y ritmos que lo fascinaron y, claro, su famosa frase "esta es mi raíz, es música negra".

Daymé Arocena
Daymé Arocena

El grupo de músicos de Barranquilla que hará realidad el sueño colombiano de un legendario insomne, además de contar con la participación de Almario, que, como cuenta Cura, "se fue involucrando cada vez más en el proyecto, reescribiendo arreglos, replanteando solos", tendrá dirección musical de Einar Escaff y abrirá la última fecha del festival que se realiza en el Parque El Country de esta ciudad. Pero está lejos de ser el único atractivo. El sábado 22 actuará allí la cubana Daymé Arocena, una de las figuras más trascendentes de la música caribeña actual.

Con poco más de 20 años y apenas tres discos solistas ultrapremiados por la crítica internacional –Nueva Era, One Takes y Cubafonía–, Arocena es parte del proyecto Maqueque –un grupo exclusivamente femenino–, de una de las grandes flautistas del jazz actual, la canadiense Jane Bunnett, quien además es una incansable relevadora –y reveladora–de la música cubana y será quien cierre la edición 23 de Jazz al Parque. Con discos seminales, como In Dew Time, de 1988, y The Water is Wide, de 1993 –ambos con el pianista Don Pullen– y Spirituals and Decications, de 2002 y en dúo con Stanley Cowell, varios de sus trabajos junto a jóvenes músicos cubanos forman parte de lo más interesante sucedido últimamente en el terreno de los encuentros entre el jazz y otras músicas. Radio Guantanamo –ganador del prestigioso premio Juno–, Cuban Odyisey, Red Dragonfly, Chamalongo y Alma de Santiago, junto con los dos discos con Maqueque –el último de ellos, Oddara, de 2016–, en todo caso, muestran un trabajo con materiales musicales caribeños tan esencial como alejado de cualquier pintoresquismo de postal.

También forman parte de la programación del festival de este año el grupo Itapoá de Medellín, The Swinging Brothers, el quinteto La Soledad y el de Santiago Sandoval (los tres respondiendo a una convocatoria distrital), la Big Band Bogotá y el contrabajista español Javier Colina, viejo compañero de ruta de Teté Montoliú y Chucho Valdés.

*Jazz al Parque, en el parque El Country, Usaquén, Bogotá. Sábado 22 y domingo 23 de septiembre, desde las 11 AM. Entrada gratuita

 

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