Tulapas: el caso de despojo y violencia paramilitar en el que implican a José Félix Lafaurie

Esta zona de la región del Urabá ha estado azotada por la violencia y el olvido del Estado, lo que ha permitido la impune operación de grupos armados desde la década del 90

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Paramilitarismo en Colombia

La historia de Colombia ha registrado distintos sucesos, que exaltan o empañan al mismo país. Para finales del siglo pasado el territorio nacional, se vio inmiscuido en una ola latente de violencia que pasó de las zonas rurales a las grandes urbes. Sin embargo, a pesar que los focos estaban centralizados en lo que sucedía en las ciudades, los campesinos y habitantes de las villas eran sometidos por la ambición e injusticia provocada por los paramilitares, que, en muchas ocasiones, contaron con el respaldo de entes privados y gubernamentales.

En los últimos días, el nombre de José Félix Lafaurie, ha sonado constantemente tras algunas revelaciones que lo implicaban presuntamente con el paramilitarismo, eje central del despojo de tierras. Las afirmaciones del expresidente del Fondo de Ganaderos de Córdoba, Benito Osorio Villadiego en la JEP, enlazan directamente al presidente de Fedegan con el caso y su relación con Salvatore Mancuso, vinculación confirmada por el mismo ex paramilitar.

Tulapas despojada de la paz

El territorio que compone a Tulapas, consta de más 50 veredas entre los municipios San Pedro de Urabá, Necoclí y Turbo en Antioquia, además de tener incidencia en la zona limítrofe con el departamento de Córdoba. Para aquel entonces, las Tulapas destacaban como una tierra pujante en que nace tras la álgida guerra bipartidista que sufrió el país, en aquel tiempo en que entre Conservadores y Liberales se derramó sangre por distintos territorios del país.

Muchos poblados de algunos municipios de sur de Córdoba, trataron se iniciar una etapa de vida migrando a una tierra de nadie en donde les fueron adjudicadas algunas tierras, pero la construcción de los caseríos, corría por cuenta de aquellos foráneos que apenas se asentaban en dicho territorio. Berenjena, arroz y Ají chocho, eran algunos de los cultivos que tenían los pobladores según el paneo del Centro de Memoria Histórica, gracias a dichas plantaciones, los campesinos abrían pequeñas vías mercantiles para la producción en la zona por medio de cooperativas que permitían el cambio de productos.

La bonanza de algunas empresas, generó también la creación de sindicatos que algunos empresarios no vieron con buenos ojos, en paralelo, la crisis de seguridad en el agro y sector ganadero, impulsó la creación de las denominadas CONVIVIR, que buscaban desarrollar grupos de protección por parte de la misma ciudadanía y a su vez, desde otras esferas crecía el temor de la expansión del comunismo, este último término era asociado directamente con los sindicatos y algunos pobladores, razón por la cual inicio una fase de desplazamiento de los vecinos de dicha región.

Los paramilitares tomaron el control de estas poblaciones mediante amenazas, masacres y constante intimidación, la misma historia afirma la complicidad de varias autoridades en estos casos, que, gracias a su vínculo con estos grupos, permitieron ejecuciones extrajudiciales, también conocidas como falsos positivos. Además, muchas tierras fueron adjudicadas a dichos criminales, que terminaron negociando con algunos empresarios para la expansión de monocultivos que, al día de hoy, impiden la siembra de otras variedades y legitiman la vulneración de derechos en contra de la población.

El accionar de los paramilitares los puso en la mira nacional y desde el gobierno se tomaron medidas para una desmovilización que terminó en polémica, estos hechos llevaron a los jefes paramilitares a los estrados judiciales para una posterior extradición. El testimonio de Benito Osorio, también resalta la iniciativa de Lafaurie en donde indicaba que la elección del fiscal Iguarán podría facilitar los procesos de los paramilitares por una presunta benevolencia, dicha sugerencia se la habría hecho a Salvatore Mancuso para que hiciera injerencia desde la Corte para la elección del entonces fiscal, sin embargo, esta iniciativa tendría como fin favorecer con un cargo a María Fernanda Cabal, esposa de José Félix Lafaurie.

El presidente de Fedegan, se pronunció las acusaciones sobre el hecho en su cuenta de Twitter: “Osorio busca volver a meter al gremio ganadero en el lío paramilitar para intentar su juzgamiento por la JEP y, a su vez, afectar la candidatura al Senado @MariaFdaCabal. No nos intimidan ni él ni los socios de Santos y las Farc. #OjoColombia #OjoConEl2022″, además, aseveró que su compromiso con la ganadería era sostenible, contrario a aquellos que lo intimidaban y juzgaban.

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