La sociedad de agricultores pidió al congreso colombiano una reforma laboral para el campo colombiano

Además de la Sociedad de Agricultores de Colombia, la Andi y la Central Unitaria de Trabajadores expresaron su voz de crítica sobre la ley que reduce la jornada laboral.

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El pasado 17 de junio el Congreso de la República aprobó el proyecto de ley que busca que los colombianos pasen de trabajar 48 horas semanales a 42. El viernes pasado, el presidente Iván Duque ratificó la decisión con la firma del texto oficial.

De acuerdo con la Ley 2101, la reducción de horas se hará de manera gradual, sin disminuir el salario de los trabajadores. En los próximos dos años la jornada laboral semanal pasará a 47 horas; a partir del tercer año de la entrada en vigencia de la ley, bajará a 46 horas; y finalmente desde el cuarto año (2025) la jornada laboral será de 42 horas a la semana.

Después de que Duque sancionara el proyecto, diferentes gremios de trabajadores manifestaron su opinión y solicitaron a la Presidencia y al Congreso de la República que se adelanten diálogos para una reforma laboral para el campo colombiano.

El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Bedoya, aseguró en testimonios recogidos por RCN Radio, que “la puesta en marcha de esta ley ojalá contribuya al bienestar de los trabajadores, pero, así como se hacen este tipo de reformas que bueno sería que el Gobierno nacional y el Congreso de la República adelanten la tan necesaria y esperada reforma laboral para el campo”.

Añadió que este gremio necesita un régimen laboral propio, pues es una vergüenza que tengamos una tasa de informalidad laboral del 86 % y que no se haga nada frente a este tema”.

Así mismo, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Francisco Maltés, expresó que “en dos años comenzará a regir la nueva Ley que reduce la jornada laboral de 48 a 42 horas. Este puede ser el primer paso para que Colombia que es parte de la Ocde reduzca su jornada laboral a 37 horas que es el promedio de horas a la semana de trabajo a los países que son miembros de ese organismo”.

Añadió que, aunque parece que esto fuera “un mar de rosas”, con esto el trabajador termina perdiendo a corto y a largo plazo. En la Ley está contemplado que cada semestre las empresas deben dar a los trabajadores un día para la actividad recreativa con la familia, es decir, se pierden dos días al año”.

Otro de los gremios que expresó su crítica sobre la Ley, fue la Andi. El presidente del gremio, Bruce Mac Master, dijo que “es lamentable que el Congreso no haya comprendido que este es el momento de crear empleo, construir oportunidades para los jóvenes y disminuir los índices de desocupación. Esta ha debido ser una ley de creación de trabajo y de superación de la informalidad; pero la desconexión con la realidad del país hizo que se convirtiera en una ley que hace todo lo contrario”.

También señaló que “se perdió una oportunidad invaluable para impulsar de manera adecuada la creación de nuevas vacantes, respondiendo al clamor de los jóvenes que buscan ubicarse laboralmente, lo cual podría haberse logrado con un articulado enfocado en promover el primer empleo y que les ofreciera incentivos a las empresas que se comprometieran con contratar a más personas”.

En el último año se han creado fuertes presiones sobre el mercado laboral por cuenta de la pandemia, de modo que la prioridad debe ser la de crear condiciones que impulsen la reactivación económica, la cual debe ir de la mano con más trabajo.

Finalmente, Mac Master expresó que “se trata de una decisión que va en contra del empleo, por lo que reiteramos nuestro llamado a enfocarnos en crear oportunidades para todos. Mientras el país cuente con tasas desempleo por encima del 10 % y de informalidad superiores al 20 %, hoy en día cercanas al 50 %, las políticas laborales deben concentrare en superar estos obstáculos”.

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