El pasado lunes 5 de abril la alcaldesa de Bogotá Claudia López anunció que la capital entrará de nuevo a una cuarentena total que da inicio este fin de semana. Frente a la implementación de estas nuevas medidas sanitarias varios gremios y sectores del comercio capitalino se opusieron a esta decisión argumentando que esto afectaría la economía del país.
De acuerdo con la Alcaldía de Bogotá, el modelo 4x3, de cuatro días productivos y tres de cierres totales, que sería el que se implementaría en esta ocasión, tiene como objetivo reducir el avance en la propagación de contagios y aumentar la capacidad en las camas UCI, que hasta el 5 de abril se encontraba en 69,8%.
Según información del diario Portafolio expertos y representantes de las actividades económicas difieren en la imposición y cuestionan si la medida es la más eficaz para frenar el avance del COVID-19. Por ejemplo, como mencionó Jorge Restrepo, profesor de economía de la Universidad Javeriana: “No conozco estudio alguno que muestre que los encierros generalizados que se han impuesto en Bogotá tengan un efecto sobre los contagios, muertes o la evolución de la epidemia”.
Por otro lado, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, informó que según una investigación realizada por la entidad, sería “un error” volver a los cierres, más aún teniendo en cuenta que la confianza empresarial del Dane y Fedesarrollo muestran una recuperación de las expectativas.
”El hecho de que la capital esté en el cuadrante de alta mortalidad y caída de la ocupación, a pesar de ser una de las ciudades que implementó restricciones más estrictas en enero, muestra que este tipo de medidas son poco o nada efectivas, pero sí afectan los ingresos de los hogares”, dice la investigación.
De acuerdo con un balance realizado a finales de marzo de este año por el Observatorio de Bogotá, compuesto por la ANDI, ANIF, la Cámara de Comercio de Bogotá, Fedesarrollo y Probogotá, las cifras de contagios y muertes ubicaron a la capital en la peor situación, pese a haber implementado las medidas de restricción más estrictas.
”Bogotá, que presenta el 18% del total de ocupados en el país, fue responsable por el 25% de la reducción del total de ocupados en enero. A eso se suma que, pese a que representa el 26% del total nacional de ingresos laborales, fue responsable del 37% de la pérdida de ingresos”, dice el balance.
Portafolio contactó a Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá Cundinamarca, quien explicó que: “Más allá de que las ventas caen 70% e incluso para algunos en su totalidad, los gastos siguen estando presentes. No hay ayudas que cubran estos mínimos vitales, lo que termina llevando a la quiebra a los negocios”.
Además, Orrego agregó que la medida del ‘Pico y cédula’ limita las ventas ya que “un comerciante solo podrá trabajar cuatro días atendiendo a la mitad de las personas, pero pagando el 100% de sus obligaciones”.
Y, por otro lado, recordemos que ayer, en el centro de Bogotá, trabajadores de San Victorino, zona comercial compuesta por 4.295 establecimientos que emplean a un mínimo de cinco personas cada uno, anunciaron protestas pacíficas en contra de las medidas impuestas por la Alcaldía.
Y por último, en el caso del sector gastronómico, Guillermo Gómez, presidente de Acodres, dijo para este mismo medio que: “Cuando nos cierran el fin de semana nos hacen el daño más grande, pues antes de la pandemia el 85% de la venta era entre semana y el 15% es fin de semana. Ahora es al contrario”.
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