De la mano del narcotráfico, vuelven el terror y la violencia a los Montes de María

El regreso de una sangrienta ola de violencia atemoriza a los habitantes de esta zona ubicada entre los departamentos de Sucre y Bolívar, al norte de Colombia.

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De la mano del narcotráfico, vuelven el terror y la violencia a los Montes de María. EFE/Ernesto Guzmán Jr./Archivo
De la mano del narcotráfico, vuelven el terror y la violencia a los Montes de María. EFE/Ernesto Guzmán Jr./Archivo

La reactivación y el recrudecimiento de la violencia en la subregión de Los Montes de María no se detienen. El clima de tranquilidad que había regresado a los 15 municipios que comprenden ese territorio, y que incluso le atribuyó el nombre de laboratorio de paz en Colombia, desapareció por cuenta de las progresivas amenazas, asesinatos y persecución a líderes sociales en los últimos dos años. El pasado 7 de septiembre, dos masacres en Simití y El Carmen de Bolívar dejaron siete personas muertas, entre ellas un menor, en un hecho que trae a la memoria las incursiones paramilitares de hace dos décadas.

De hecho, el pasado 9 de julio, los habitantes del barrio 7 de agosto, en el municipio de El Carmen de Bolívar, denunciaron que las fachadas de las casas amanecieron pintadas con letreros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), un mensaje que, tras 20 años de lucha por la paz, aviva la idea del regreso a una de las épocas más oscuras para esta zona, esta vez por el control de las rutas del narcotráfico.

En marzo de este año, la Defensoría del Pueblo publicó una nueva alerta temprana, similar a la que emitió en 2018, en la que llama la atención por la seguridad de los habitantes de El Carmen de Bolívar, Santo Domingo de Mesa, Arenas del Sur, Verdún, El Salado, Jesús del Monte, Macayepo, Coloncito, Lázaro, El Hobo y Bonito, que han sido intimidados con llamadas amenazantes.

El Observatorio de Cultura Política, Paz, Convivencia y Desarrollo de los Montes de María de la Universidad de Cartagena explicó en un estudio que desde 2018 "en el territorio se revelan una serie de hechos que alteran la convivencia y la tranquilidad tanto en la zona rural como urbana, expresado en la llegada e instalación de miembros de grupos criminales, coligado al posicionamiento del microtráfico en las cabeceras urbanas y áreas rurales afectando a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes en gran medida.

El observatorio señala, además, que entre 2019 y lo corrido del 2020 se ha visto la expansión de extorsiones, abigeatos, amenazas a la población civil y la presencia de grupos armados ilegales. Un escenario muy similar al que antecedió la época más violenta a finales de los años 90.

El desplazamiento, que por la zona no se vivía desde hace años, también regresó. Según denunció la Procuraduría General de la Nación, el 13 de agosto de 2020, cerca de 27 familias tuvieron que abandonar la vereda Caño Negro, entre los municipios de Zambrano y El Carmen de Bolívar, por cuenta de la reapertura de corredores de droga que enlazan rutas desde los centros de procesamiento de clorhidrato de cocaína en el Sur de Córdoba y el Magdalena con los puntos de exportación en el Golfo de Morrosquillo.

Montes de María es víctima de un nuevo desplazamiento forzado. 27 familias, de la vereda Caño Negro, huyen por falta de condiciones de seguridad.
Montes de María es víctima de un nuevo desplazamiento forzado. 27 familias, de la vereda Caño Negro, huyen por falta de condiciones de seguridad.
Masacre en El Carmen de Bolívar, cuatro personas fueron asesinadas. Con esta, ya son 8 masacres y 25 personas asesinadas en lo que va del año en el Caribe.
Masacre en El Carmen de Bolívar, cuatro personas fueron asesinadas. Con esta, ya son 8 masacres y 25 personas asesinadas en lo que va del año en el Caribe.

Ante la ola de muertes, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, anunció el aumento del pie de fuerza para esta zona y, tres días después, hizo pública la captura de Ramiro José Romero Villadiego, de 29 años, conocido con el alias de El Perra, como presunto autor de las masacres de Simití y El Carmen de Bolívar.

El funcionario también reportó la captura de Manuel Segundo Herrera Ariza, alias de El Mañe, de 39 años. Según la investigación de las autoridades, la masacre estaría relacionada con una vendetta territorial entre expendedores de drogas al servicio del ‘Clan del Golfo’, el grupo armado organizado que se quiere adueñar de las rutas de narcotráfico.

¿Por qué el conflicto se ha ensañado con Los Montes de María?

Desde mediados del Siglo XX, los libros de historia cuentan a esta subregión de 2.677 kilómetros cuadrados como una zona con potencial ganadero y agroindustrial. Por su configuración geográfica de sabanas y montañas, es un punto muy atractivo para grupos criminales que embarcan droga en el océano Atlántico. Lo que es una ventaja productiva, se convirtió para los habitantes en una maldición, pues es un escenario de intensos conflictos por la tierra y luego de incursiones armadas por el ingreso de grupos insurgentes, un ‘cóctel’ de violencia que se pudo preparar ante la ausencia histórica del Estado.

El aumento de estos grupos armados es el resultado de la llegada de las Autodefensas de Córdoba y Urabá a Montes de María, que se estableció en 1994 con los hermanos Carlos y Vicente Castaño Gil hasta 2003.

Según el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1985 y 2017 se cometieron en la zona 117 masacres que dejaron al menos 3.197 asesinatos selectivos, 1.385 los desaparecidos y 62.000 desplazados. Por eso, este nuevo agravamiento de la violencia entre 2018 y 2020 abre las viejas heridas de los Montes de María, unas heridas que apenas estaban en proceso de sanar.