Indignación por la decisión del Gobierno colombiano de asumir más de USD 300 millones en deudas de Odebrecht a los bancos

Además, la corrupta multinacional brasileña quedaría habilitada para volver a contratar en el país pese al escándalo de las coimas y la financiación irregular a las campañas presidenciales

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El caso de corrupción de la empresa brasileña ha cimbrado a toda América Latina (Foto: Archivo)
El caso de corrupción de la empresa brasileña ha cimbrado a toda América Latina (Foto: Archivo)

El Gobierno colombiano anunció que asumirá el pago de 1.2 billones de pesos (USD 376 millones) de la deuda total a los bancos que tiene el consorcio Ruta del Soll II, cuyo controlante es la sociedad Odebrecht.

Dicho monto se le adeuda a siete entidades financieras del país: Bancolombia, Davivienda, Banco de Occidente, Itaú, Banco de Bogotá, Banco Popular y Banco AV Villas. Para pagar la deuda, según afirmó el viceminstro de Transporte, Manuel Felipe Gutiérrez, se emitirá un billón de pesos en TES (papeles oficiales).

Esto después de que la Superintendencia de Transporte declarara en días recientes la disolución de la sociedad Concesionaria Ruta del Sol II S.A.S, de la cual hacían parte las firmas Solarte, Corficolombiana y Odebrecht, con el fin de "aprovechar su patrimonio para cumplir con las obligaciones financieras y evitar el detrimento de sus acreedores".

El objetivo del Gobierno es lograr un acuerdo con los bancos para pagar la deuda de capital y que le sean descontados los intereses, lo cual representaría un ahorro de 230 millones de pesos (USD 72 mil). Explicó además que la decisión de disolver el contrato se debió a la imposibilidad de la sociedad para seguir desarrollándolo, entre otras cosas, por la situación crítica que vive la compañía en sus finanzas.

La Ruta del Sol II es una mega obra de ingeniería vial pensada para conectar el interior del país con la Costa Caribe, al norte. El proyecto incluye la rehabilitación de 993 kilómetros de carretera existente y 78 kilómetros nuevos, tocando 39 municipios distribuidos en ocho departamentos que,  entre todos, aportan el 23,35% del PIB nacional.

Pese a su importancia, la Ruta del Sol II ha estado enlodada por el escándalo de corrupción a causa de las coimas que Odebrecht pagó en el país para que le fuera adjudicada. Sobre el caso, que todavía no ha sido investigado a profundidad por las autoridades, se ha conocido recientemente pruebas de la presunta entrada de dineros provenientes de Odebrecht a las campañas de Juan Manuel Santos de 2010 y 2014.

Esto ha despertado una gran polémica e indignación en el país, ya que será el dinero de los contribuyentes el que termine pagando a los grandes bancos la deuda que de la multinacional brasileña tiene con ellos.

Con el #NosTocóPagar, principal tendencia del día en Twitter, las redes han manifestado su inconformismo:

La segunda parte de la Ruta del Sol tiene un avance del 50% en sus obras, las cuales estarán totalmente terminadas, según proyecciones, en unos seis años. Pero requieren de una nueva inversión superior a los 4 billones de pesos (USD 1.253 millones), que deben ser contratados con un nuevo proceso de licitación.

Lo paradójico es que Odebrecht no tiene ninguna sanción vigente en el país que le impida volver a contratar con el Estado.

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