El ex presidente de Bolivia Evo Morales dio tres versiones sobre la tenencia de armas, luego de que el domingo 27 de octubre su disputa política con Luis Arce escalara a un intercambio de acusaciones de intentos de asesinato. En su última versión confirmó tener dos escopetas y dijo que una se la envió el ministro de Gobierno (Seguridad).
Ese domingo, cerca de las 6.30 de la mañana, Morales se trasladaba desde la localidad de Villa Tunari hacia la de Llauca Ñ, ambas en el departamento de Cochabamba (centro), para participar en su programa dominical emitido por la Radio Kawsachun Coca. Según su versión, fue interceptado por dos camionetas que dispararon contra su vehículo y lo obligaron a cambiar de transporte. El segundo vehículo también fue perseguido y baleado y su chofer resultó herido superficialmente en la nuca. Morales responsabilizó al Gobierno del complot: “Arce va a pasar a ser el peor presidente de la historia, meterle bala a un expresidente ya es el colmo”, dijo Morales.
Al día siguiente, el ministro de Gobierno (Seguridad), Eduardo Del Castillo, confirmó que se trató de una acción policial y brindó explicaciones. En conferencia de prensa, acusó al expresidente de “asesinato en grado de tentativa” por haber presuntamente disparado primero desde su vehículo contra los policías de un retén antinarcóticos rutinario en una carretera de la región cocalera del Chapare.
Según la explicación de Del Castillo, la comitiva del ex presidente se negó a parar en el control policial y en su intento de huir atropelló a un policía y disparó contra los agentes y vehículos oficiales. “Señor Morales: ¿quién le dio armas a la gente en su vehículo? ¿Por qué edita sus video y no muestra que dispararon a la policía? Señor Morales, nadie le cree el teatro que ha realizado”, cuestionó el ministro y advirtió “nadie que se anime a disparar a un policía puede seguir en la impunidad”.
Las tres versiones de Morales
En su primera declaración tras la balacera, antes de la explicación del ministro Del Castillo, Morales informó en su programa de radio que disparó cuando escuchó disparos y vio que un auto los alcanzaba. “Yo he disparado a la llanta del carro que estaba ahí, ya no podía el carro y rápidamente cambiamos al segundo carro y ahí salimos, seguían disparando y picamos”, relató.
Al día siguiente el expresidente negó esas declaraciones y dijo que fue malinterpretado por su castellano desprolijo. “Nunca dijimos eso, los aymaras, quechuas (…) no perfeccionamos el castellano, esa es nuestra debilidad y esito tergiversan, son buenos para tergiversar”. Sin embargo, sus críticos afirman que Morales no habla ningún idioma originario y, de hecho, no existe evidencia que lo pruebe.
Morales insistió durante varios días en la teoría de que ni él ni los miembros de su equipo de seguridad están armados. Dijo que si bien había enviado una solicitud de autorización al Gobierno para portar un revólver por seguridad, ésta fue rechazada. “Entonces no portamos ningún arma, nosotros no tenemos ningún arma, por favor, ¿qué armas portamos nosotros?, ni palos tenemos”, dijo Morales en una entrevista.
Sin embargo, este domingo la versión volvió a cambiar. En una entrevisto dijo que el ministro Del Castillo le mandó una escopeta. Explicó que cuando regresó de Argentina, se compró una escopeta y pidió licencia para su portación pero que en vez de mandarle la autorización, Del Castillo le mandó una nueva escopeta autorizada. “Aquí seré muy sincero, en vez de mandarme licencia de la escopeta me mandó una escopeta con licencia”, manifestó el líder cocalero y agregó “¿quién no tiene en el oriente boliviano escopeta?”. Con esa nueva versión, confirmaría que tiene dos armas.
En este ir y venir de versiones, Del Castillo informó que el ex presidente tiene tres armas de fuego. “Las dos escopetas que ha solicitado su registro y un revólver que se le ha denegado la autorización correspondiente”.