Luis Almagro recibió a estudiantes nicaragüenses y volvió a exigir al régimen de Ortega terminar con la represión a las protestas

"Debemos tener un continente libre de dictaduras". Así abrió el pasado lunes la Asamblea General de la OEA Luis Almagro, secretario general del organismo. El foco de su discurso estuvo centrado en Nicaragua y Venezuela. Este jueves, el diplomático uruguayo recibió a estudiantes nicaragüenses y volvió a enviar un mensaje al régimen de Daniel Ortega.

"Recibimos líderes estudiantiles de Nicaragua que expresaron su posicionamiento sobre la situación y represión sufrida en el país", manifestó el ex canciller de Uruguay a través de su cuenta de Twitter.

En su mensaje, que estuvo acompañado por una foto del encuentro con los jóvenes, Almagro reiteró que la OEA pide a Nicaragua "una salida democrática a la crisis" y exige el "cese de la violencia y represión, así como la defensa de los derechos humanos".

Tras el mensaje enviado por el organismo internacional en el marco de la Asamblea General realizada esta semana en Washington, Ortega y los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua tenían previsto reunirse este jueves para decidir si "conviene llevar adelante" el diálogo nacional, actualmente suspendido, para poner fin a la crisis.

El mandatario nicaragüense aceptó una invitación del pleno de los obispos, mediadores y testigos del diálogo, y acordaron celebrar el encuentro en La Casa de los Pueblos, en el antiguo centro de Managua.

Los obispos explicaron en una carta que solicitaron audiencia a Ortega para "tratar los temas tan indispensables para nuestra patria, de la justicia y la democracia, de los que depende siempre la paz, con el fin de valorar la conveniencia de llevar adelante el diálogo".

"Después de esta reunión, estaremos informando a la comunidad nacional e internacional sobre lo dialogado" a través de una conferencia de prensa en el Seminario Nuestra Señora de Fátima, indicó el Episcopado.

El diálogo nacional entre el Gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia -que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos- fue congelado poco después de haberse instalado a mediados de mayo y tras la propuesta de los sectores civiles de adelantar las elecciones como salida a la crisis, lo que el Gobierno tildó de "golpe de Estado".

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