La ESA estrena su nueva serie de satélites meteorológicos MetOp

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La ESA ha lanzado el primero de una nueva serie de satélites meteorológicos MetOp, marcando un salto tecnológico en la monitorización meteorológica y climática desde la órbita polar.

El despegue del MetOp-SG-A1, de cuatro toneladas, se produjo a bordo de un cohete Ariane 6 desde el puerto espacial europeo de Kourou, en Guayana Francesa, este 13 de agosto a las 00.37 UTC.

Como parte del sofisticado paquete de instrumentos de este nuevo satélite se encuentra el nuevo Copernicus Sentinel-5, diseñado para proporcionar datos cruciales sobre contaminantes atmosféricos, ozono y gases relacionados con el clima, informó la ESA en un comunicado.

Basándose en el legado de los satélites MetOp de primera generación, la misión MetOp de Segunda Generación (MetOp-SG) garantiza la entrega continua de datos esenciales para la predicción meteorológica global y el análisis del clima, con capacidades significativamente mejoradas.

COBERTURA PARA 20 AÑOS

La misión MetOp-SG está compuesta por seis satélites que operarán en pares sucesivos durante al menos los próximos 20 años. Cada uno de los tres pares consta de un satélite de tipo A y uno de tipo B, que incorporan instrumentos complementarios de última generación para proporcionar mediciones de alta resolución de temperatura, precipitación, nubes y vientos para la predicción meteorológica y el análisis climático.

MetOp-SG A1 lleva seis instrumentos: una sonda atmosférica infrarroja de última generación, una sonda de microondas, un radiómetro de imágenes multiespectrales, un novedoso sensor de imágenes multipolarización, multicanal y de visión múltiple, una sonda de radioocultación (también embarcada en los satélites MetOp-SG-B) y el espectrómetro Sentinel-5 de Copernicus.

Los satélites de tipo B llevarán cinco instrumentos: un dispersómetro, la otra sonda de radioocultación, un novedoso sensor de imágenes de microondas, un novedoso sensor de imágenes de nubes de hielo y un sistema de recopilación de datos Argos-4.

Son los primeros satélites desarrollados por la ESA que incorporan un sistema de desactivación activa al finalizar su misión. Cada satélite MetOp-SG está equipado con un propulsor adicional que le permite autodestruirse en la atmósfera terrestre al finalizar la misión.