Desprotección y olvido a las mujeres migrantes víctimas de violencia de género en España

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Laura de Grado y Macarena Baena

Madrid, 28 nov (EFE).- Violencia y racismo institucional, trabas en la ley, marañas burocráticas, falta de credibilidad y ausencia de perspectiva de género en el proceso judicial son los denominadores comunes para las mujeres migrantes en situación administrativa irregular cuando tratan de salir de la violencia de género en España.

Llegan huyendo de guerras, pobreza o violencias machistas como mutilaciones genitales, trata o matrimonios forzosos, situaciones de extrema vulnerabilidad que las convierten en el "objetivo perfecto" de los maltratadores.

Cuando reúnen el apoyo o el valor para denunciarlos se topan con el maltrato institucional y una maraña de leyes que las deja desprotegidas debido a su situación administrativa irregular que las hace, además, invisibles ante los ojos de la sociedad.

Así lo denuncian expertas, activistas y víctimas que, consultadas por EFE, hablan de los obstáculos que enfrentan estas mujeres y proponen soluciones.

"La ley de Extranjería es el problema generador de todos los demás obstáculos", señala la abogada y coordinadora del Programa Derecho de las Mujeres de Asociación de Investigación y Estudios de Temas Iberoamericanos (AIETI), Tatiana Retamozo.

La norma, explica, incumple el Convenio de Estambul al condicionar la protección a la situación administrativa, por ello insiste en la "necesidad de priorizar a las mujeres, independientemente de su estatus".

Con ella coincide la abogada del Movimiento por la Paz-MPDL, Begoña Serrano: "A día de hoy el título habilitante de violencia de género no sirve para que se regularicen las mujeres migradas", dice.

"Si no eres la víctima perfecta, tu caso puede quedarse en nada", denuncia la mediadora de Red Latinas, Paola Verdejo, para quien este concepto de "víctima perfecta" refleja cómo los estereotipos raciales y de género condicionan el acceso a la Justicia.

Camila, una joven argentina, sabe bien lo que esto significa. Durante su embarazo sufrió violencia física, psicológica y económica. El miedo a denunciar se mezcló con la falta de red, una denuncia falsa en su contra y la complejidad de regularizar su situación administrativa.

"Es doloroso para una mujer ver que las personas no te creen y que creen la versión del maltratador", relata a EFE.

El sistema burocrático español es otra trampa. "Muchos documentos no están traducidos, y no todas saben dónde acudir", lamenta la directora de Karibu, Nicole Ndongala, para quien la falta de traductores agrava la exclusión de las mujeres africanas.

Casos como el de Sara, de Costa de Marfil, ilustran el problema. Huyó de un matrimonio forzado y violento, fue captada por una red de explotación sexual y sufrió agresiones y violaciones para llegar a Europa.

En España se enfrenta a una lucha interminable para regularizar su situación y ser reconocida como víctima.

Entre enero y junio de 2024, el número de mujeres víctimas de la violencia de género en España ha sido de 89.715; el 36 % (32.334) son extranjeras y el 64 % (57.381) españolas, según el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género.

En lo que va de año, 41 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas; 20 eran extranjeras y 21 españolas. Desde 2003, han sido asesinadas 1.286 mujeres en España.

La fiscal de Sala de Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato, insta a acudir a la Fiscalía para que las mujeres puedan acreditar su condición de víctimas y acceder a recursos, aunque no existe un procedimiento penal específico.

Además de reformar la Ley de Extranjería, las expertas abogan por un sistema judicial con perspectiva de género y la capacitación de profesionales.

Sin embargo, son medidas insuficientes para casos como el de Belén, una mujer paraguaya en "riesgo extremo" que ha perdido su empleo y cambia de domicilio acosada por su maltratador, que viola la orden de alejamiento.

Pese a las adversidades, todas ellas luchan por romper el ciclo de violencia y cuentan su historia, con valentía, para "que no le pase a ninguna mujer más".

Este texto ha sido elaborado a partir del especial 'Desprotegidas', galardonado con el premio IV Sesé Mateo de Periodismo Ético, disponible en Efeminista.com. EFE

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