Deyni Menjivar
Madrid, 20 may (EFE).- Para muchas personas la migración puede suponer más un problema que una solución, ya que la ausencia y falta de conexión con los suyos son un detonante que enfrentan día a día los emigrantes. En ese contexto nació el proyecto 'Amigas para el alma', que ha logrado conectar ya a 800 mujeres en España.
La creadora de esta comunidad de mujeres latinas migrantes, Estefanía Figueroa, llegó de Ecuador a España en 2020 para estudiar una maestría en Comunicación Política en la Universidad Complutense de Madrid.
En las primeras semanas en la capital española los estímulos de vivir y estudiar en el extranjero fueron positivos. Sin embargo, la adaptación a una nueva realidad le afectó.
Fue la necesidad de encontrar a más personas huyendo de la soledad y del malestar emocional lo que motivó a Figueroa a publicar un vídeo en la red social TikTok, cuyo fin inicial era buscar nuevas amistades para integrarse socialmente.
La joven ecuatoriana desconocía la repercusión que su publicación tendría; el vídeo tuvo miles de interacciones de personas que estaban en la misma situación de vulnerabilidad detrás de una pantalla.
El objetivo de Figueroa era visibilizar su estado: "me di cuenta que no tenía un grupo de amigos que me hiciera sentir en casa y tenía que construirlo; sabía que tenía que cambiar esas emociones y sé que hay muchas personas que no lo dicen por temor al rechazo de sentirse solos", explicó en una entrevista a EFE.
Es así como surge el nacimiento en 2022 de 'Amigas para el alma', un proyecto que tiene como finalidad ayudar a mujeres migrantes a través de encuentros donde se desarrollan actividades físicas y artísticas.
La frase que más se repite en los encuentros es: "me sentía igual que tú", señala Estefanía.
La comunidad en su mayoría la integran mujeres latinas y en las últimas reuniones se han sumado chicas de otras ciudades de España quienes también buscan una identidad cultural.
'Amigas para el alma' ha logrado beneficiar a más de 800 mujeres con las experiencias de conectar y conocer a nuevas personas donde juntas exploran la creatividad y energía femenina.
Cada experiencia es única y tiene su aprendizaje, asegura Cielo Custodio, una venezolana que se integró en el proyecto hace unos meses.
"Somos chicas de diferentes países, con diferentes historias, entonces te vas muy nutrido, inspirado de lo que escuchas y ves, se aprende de la resiliencia, de salir adelante pese a sentirnos solas" expresó a EFE.
Las actividades se realizan en las ciudades de Madrid y Barcelona, los fines de semana. Las dinámicas son diversas y contienen temas de psicología, creatividad, actividad física, nutrición, entre otros.
La comunidad tiene como misión que todas las mujeres migrantes sean bienvenidas y se sientan incluidas, sin importar la edad y a qué se dedican.
En un futuro el proyecto pretende expandirse en muchas ciudades de Europa, dijo la joven ecuatoriana, ya que "se trabaja desde ya para fortalecer la comunidad digital y llegar a mas países del mundo y tener un espacio físico". EFE
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