Presidente de rabinos europeo pide más apoyo para la disidencia en Rusia y Bielorrusia

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Berlín, 9 may (EFE).- El presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos (CER), Pinchas Goldschmidt, pidió este jueves más apoyo para la disidencia en Rusia y Bielorrusia y subrayó que se trata de defender los valores europeos, la libertad y la democracia.

En su discurso en la sala de la coronación del Ayuntamiento de Aquisgrán, en el oeste de Alemania, al recoger el Premio Carlomagno a su persona y a las comunidades judías en Europa, Goldschmidt recordó que más de 100.000 judíos han abandonado Rusia desde el inicio de la guerra rusa contra Ucrania.

Aún así, quedan en Rusia miles de disidentes, algunos de ellos de ascendencia judía, encarcelados por su postura contraria a la guerra, al igual que en Bielorrusia.

"Todos ellos necesitan un mayor apoyo, también por parte de Occidente y también de Ucrania. No lo olvidemos nunca: se trata siempre también de nosotros, de nuestros valores europeos, de la democracia, de la libertad", dijo.

Subrayó que el Kremlin no sólo está librando una guerra contra Ucrania -cuyo pueblo y presidente, Volodímir Zelenski, recibieron el Premio Carlomagno el año pasado, recordó- sino también contra su propio pueblo, contra Occidente, contra Europa, contra los valores que la representan, contra la libertad y la democracia.

Señaló que también él se negó a apoyar la guerra, como exigía el Gobierno ruso, y que, por eso, tuvo que tomar la decisión más difícil de su vida.

"Dejé mi comunidad, todo lo que habíamos construido durante 33 años y pasé a formar parte de la historia", dijo, después de rememorar cuando en 1989 decidió partir hacia una Unión Soviética en pleno desmoronamiento para "formar parte de ese momento de la historia y reconstruir la vida judía".

Afirmó que cuando llego a la URSS en 1989, se encontró con "un judaísmo tan vacío como las tiendas de Moscú", ya que aunque el ejército rojo había liberado a los judíos de los campos de exterminio nazis, fueron brutalmente oprimidos por Stalin y en la URSS tuvieron que ocultar su identidad, sufrieron antisemitismo estatal y discriminación.

Con la desintegración de la Unión Soviética, millones de judíos abandonaron Rusia, y los que quedaron "depositaron sus esperanzas en un futuro democrático", indicó.

"Y al principio, las cosas pintaban bastante bien": se fundaron la Sociedad Judía, escuelas, guarderías y todas las estructuras necesarias y la vida judía en Rusia y en otros países de la Comunidad de Estados Independientes floreció.

No obstante, "la alegría no duró mucho" y "el Kremlin, poco a poco, se alejó de la democracia y volvió a una dictadura y al aislamiento antioccidental", añadió, antes de agregar que, en un primer momento, albergaron la esperanza de poder conservar su "pequeño mundo razonablemente bueno", hasta que llegó el 24 de febrero de 2022 y el inició de la guerra de agresión rusa contra Ucrania, lamentó. EFE

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