La Eurocámara aprueba una ley para garantizar suministros esenciales en caso de crisis

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Bruselas, 24 abr (EFE).- El Parlamento Europeo dio este miércoles su visto bueno definitivo al nuevo mecanismo de emergencia de la Unión Europea para garantizar el suministro de bienes esenciales en situaciones de crisis para evitar que se repita el caos que se dio durante la pandemia de covid-19.

El objetivo de la medida es evitar situaciones como las vivividas en ese periodo, cuando escasearon productos esenciales como las mascarillas, algunos países actuaron unilateralmente reteniendo en su territorio la producción nacional y Bruselas llegó a imponer un control a las exportaciones de vacunas para asegurar que había suficientes en la Unión Europea.

La Ley de Emergencia y Resiliencia del Mercado Interior (IMERA, en sus siglas en inglés) prevé un monitoreo continuo de la situación en las cadenas de suministro para anticipar posibles crisis, de modo que se active un modo de "vigilancia" cuando se detecte una amenaza y se pongan en marcha mecanismos para que los países y la Comisión Europea coordinen su respuesta.

Cuando una crisis ponga en peligro el suministro de bienes o servicios críticos, se podrán adoptar medidas de último recurso. Por ejemplo, la Comisión podrá solicitar información a las empresas sobre su nivel de reservas de ciertos productos y estas deberán justificarse si se niegan a aportarla.

En caso de escasez grave, el Ejecutivo comunitario podrá emitir pedidos prioritarios para comprar los bienes afectados, de modo que las empresas podrán aceptarlos voluntariamente y estarán protegidas legalmente frente a posibles demandas de otros clientes si no pueden cumplir sus contratos con estos.

Pero estos pedidos prioritarios no podrán afectar a las competencias de seguridad y defensa de los Estados miembros y tendrán que respetar las normas de competencia europeas.

Además, en estas circunstancias excepcionales los Estados y la Comisión podrán llevar a cabo compras conjuntas para adquirir los bienes o servicios en cuestión y, de hacerlo a nivel nacional, los países tendrán que coordinarse con el resto de socios.

Asimismo, los países tendrán que ser transparentes con el resto sobre las medidas nacionales que están adoptando para afrontar la crisis, tanto con el resto de socios como con los ciudadanos.

Para evitar que se llegue a una situación de crisis, la normativa prevé que la Comisión Europea lleve a cabo test de estrés y simulaciones para anticiparse y evaluar el posible impacto sobre el libre movimiento de bienes, servicios y personas, en tanto que se anima también a las empresas a desarrollar protocolos de crisis, simulaciones y formación de manera voluntaria.

"Con IMERA evitamos repetir los errores de la crisis del covid. Los Estados y la Comisión ahora se prepararán juntos para posibles crisis futuras e identificarán potenciales riesgos en una fase temprana. En particular, deben mantener abiertas las cadenas de suministros y servicios en el mercado interior", dijo el reponsable del dosier en el PE, el eurodiputado popular Andreas Schwab.

Tras el visto bueno del Parlamento Europeo, también los Estados miembros deben aprobar formalmente la legislación para que pueda entrar en vigor. EFE

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