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Antonio Broto
Ginebra, 27 sep (EFE).- Suiza se mantiene por decimotercer año consecutivo como líder mundial en innovación, seguida por Suecia y Estados Unidos, según el índice anual publicado hoy por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en el que Europa, seguida de Asia, copa gran parte de los puestos de cabeza.
Tras Estados Unidos, que baja un puesto en 2023, se sitúan en esta edición Reino Unido, Singapur, Finlandia, Países Bajos, Alemania, Dinamarca y Corea del Sur: aunque se han intercambiado muchos puestos entre ellos, el "top ten" es el mismo que el del año anterior.
El índice que la agencia reguladora de la propiedad intelectual de la ONU elabora desde 2007 compara 130 países utilizando 80 indicadores que van desde el gasto en educación a la inversión en investigación en desarrollo, la puntuación en los informes educativos PISA o la creación de aplicaciones para móviles, entre muchos otros.
Tras los 10 primeros, destaca la undécima posición de Francia, que este año adelanta a China (duodécima), mientras que Japón es decimotercera, Italia ocupa el puesto 26, España el 29, India el 40, Brasil el 49 y Rusia el 51.
Entre los 20 primeros clasificados, 12 son economías europeas, dos americanas (EEUU y Canadá) y seis asiáticas (Singapur, Corea del Sur, China, Japón, Israel y Hong Kong).
El informe destaca además que en 2022 las empresas con mayor inversión en I+D gastaron en este concepto una cifra récord de 1,1 billones de dólares (1,04 billones de euros), aunque el crecimiento interanual, del 7,4 %, fue menor que entre 2020 y 2021, del 15 %.
Por otro lado, el valor total de las inversiones de capital riesgo (aquellas dirigidas a empresas emergentes) descendió bruscamente el pasado ejercicio, en un 40 %, aunque la OMPI argumenta que en 2021 la cantidad invertida en este tipo de firmas había sido inusualmente alta.
En este contexto, el estudio anual considera inciertas las perspectivas en ese capital riesgo tanto para este año como para 2024, dado que los elevados tipos de interés podrían seguir afectando a la financiación de la innovación.
Mientras Suiza basa su liderazgo en factores como la producción creativa y tecnológica, y Suecia le sigue gracias a su destacada sofisticación de los negocios y sus buenas infraestructuras, EEUU ocupa el primer puesto mundial en varios subíndices cruciales, como la inversión en I+D de sus firmas o la calidad de sus universidades.
China, primer país en desarrollo de la lista, tiene muy baja nota en el apartado institucional (regulaciones, fortaleza del estado de derecho, entorno beneficioso para los negocios...), pero lo compensa con altas notas en el apartado creativo (exportaciones tecnológicas, patentes, marcas, diseños industriales).
La OMPI destacó en su informe la entrada de Brasil entre las 50 economías más innovadoras, siendo además el país latinoamericano mejor situado, un honor que en ediciones anteriores le había correspondido a Chile.
La economía brasileña brilla en este sentido por subíndices como los servicios gubernamentales en línea (14º puesto mundial), la valoración de sus "empresas unicornio" (22º) o el liderazgo de sus marcas (13º global).
Aunque en la clasificación por países de la OMPI Europa aún aventaja a Asia, la situación se invierte en la lista de las 100 ciudades (o conjuntos de urbes próximas) que concentran más avances científicos y tecnológicos, y que también es parte del informe anual.
En esa lista, que fue presentada hace una semana como anticipo del informe, los cinco principales centros globales de innovación se situaron en el continente asiático: Tokio-Yokohama (Japón), Shenzhen-Hong Kong-Cantón (China), Seúl (Corea del Sur), Pekín (China) y Shanghái-Suzhou (China).
San Francisco-San José (EEUU), gracias a la actividad de viveros tecnológicos como Silicon Valley, ocupó el sexto lugar y fue el principal polo de atracción no asiático, mientras que la ciudad europea mejor situada en la lista fue París, en duodécima posición.
Por países, China es el que más ciudades innovadoras tiene en esta lista de 100, con casi la cuarta parte del total (24), seguida de Estados Unidos (21) y Alemania (9), mientras que Japón, India, Corea del Sur y Canadá colocaron cuatro cada uno.
Ginebra, 27 sep (EFE).- Brasil se erige como la economía latinoamericana más innovadora en el índice anual publicado hoy por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de Naciones Unidas (OMPI), después de que Chile tuviera esa posición durante ocho años consecutivos.
La economía brasileña ocupa en la clasificación global el 49º lugar, subiendo cinco puestos con respecto a 2022, mientras que Chile es 52ª al caer dos posiciones, y México mantiene su puesto 58 del año pasado.
Les siguen en la región Uruguay (63ª), Colombia (66ª), Argentina (73ª) y Costa Rica (74ª), país este último que durante años ha estado entre los primeros de Latinoamérica pero está cayendo posiciones.
Con excepción de Brasil, México, Uruguay y El Salvador (95ª), todos los países de la región pierden posiciones con respecto a la clasificación del año pasado, especialmente Perú, que cae 11 puestos hasta el 76º y Guatemala (la peor de la región), que baja 12 escalones hasta el 122º, en una lista de 130 países.
El índice que la OMPI elabora desde 2007 compara a las distintas economías mundiales según 80 variables relacionadas con la ciencia, la tecnología y otros avances, y este año vuelve a situar a Suiza en primera posición, mientras que Suecia es segunda y Estados Unidos tercera.
La economía brasileña mejora puestos en el informe al ser el 14º mejor país del mundo en servicios gubernamentales en línea, y también saca buena nota en la valoración de sus "empresas unicornio" (22º), o el liderazgo de sus marcas (13º global).
Entre las empresas unicornio (aquellas que con menos de 10 años de vida y sin cotizar en Bolsa han logrado un enorme valor de mercado) destacadas por la OMPI en Brasil se sitúan la firma de comercio electrónico QuintoAndar y las de tecnología financiera C6 Bank y Creditas.
En cuanto a las multinacionales brasileñas que hacen ocupar a Brasil un lugar destacado en el liderazgo global, el estudio menciona a tres entidades financieras: Itaú, Bradesco y Banco do Brasil.
Uruguay, por su parte, es resaltada en el informe como el mejor país de la región en cuanto a facilidades institucionales para la innovación, mientras que Perú destaca en capital humano e investigación, Chile en infraestructuras, y México en producción creativa.
La economía uruguaya, de hecho, se sitúa en cuarta posición mundial en cuanto a política impulsora de negocios, en quinta respecto a importación de servicios de tecnología de información y comunicación, y es sexta en exportaciones de ese mismo campo.
El informe incluye además una lista con las 100 ciudades que concentran mayor innovación científica y tecnológica, liderada por Tokio-Yokohama (Japón), aunque el único polo de atracción de la región latinoamericana que se menciona en la clasificación es la urbe brasileña de Sao Paulo, en 72ª posición. EFE
abc/cc
Ginebra, 27 sep (EFE).- España se sitúa por segundo año consecutivo en 29ª posición en el índice de innovación que elabora anualmente la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), publicado hoy y en el que Suiza se sitúa líder por decimotercer año consecutivo.
En un ránking donde los países europeos están muy bien posicionados (12 de los 20 primeros son economías del Viejo Continente), España está por debajo de otros de similar tamaño en la región como Reino Unido (cuarta posición), Alemania (octava), Francia (undécima), o Italia (26ª).
Supera en un puesto a Portugal (30ª) y sigue por encima de potencias emergentes como India (40ª), Brasil (49ª) o Rusia (51ª), pero no de China, que en los últimos años ha ido ascendiendo posiciones hasta ocupar la duodécima en esta edición.
El índice, que la OMPI elabora desde 2007 y esta vez compara a 130 países utilizando 80 variables, muestra como punto fuerte de España el desarrollo de sus infraestructuras (16º puesto mundial), y por contra su puntuación más débil es en materia institucional (43ª del mundo, incluso por debajo de China, aunque mejor que Italia).
En detalle, España puntúa muy bajo en cuanto a políticas impulsoras para hacer negocios (91º puesto mundial), aunque el peor indicador de los 80 estudiados para el país es el de crecimiento de su productividad laboral, donde se sitúa en 107ª posición.
Otros subíndices donde España muestra debilidad son el porcentaje de inversión del PIB en educación, el número de graduados en disciplinas científicas y de ingeniería, la financiación de empresas emergentes o la colaboración entre universidades e industria en materia de I+D.
Por contra, España se sitúa en sexta posición mundial en cuanto a matriculación de estudiantes en enseñanza superior, octava en producción cinematográfica, o duodécima en porcentaje del PIB gastado en software, factores que contribuyen a su buena posición final.
Otros puntos fuertes de la economía española destacados en el informe son la inversión en I+D de sus principales multinacionales, la situación de su mercado doméstico, o la formación ofrecida por sus empresas.
El informe incluye también una clasificación de las 100 ciudades más atractivas para la innovación y el desarrollo (medidas por el número de patentes y artículos científicos que concentran), en la que Madrid ocupa la posición 48ª y Barcelona la 54ª.
Esa clasificación está liderada especialmente por ciudades asiáticas, ya que Tokio, Hong Kong, Seúl, Pekín y Shanghái están en los cinco primeros lugares.
Las dos principales ciudades españolas están en la zona media de la lista junto a otras del continente europeo como Zúrich, Milán o Bruselas, y bastante por encima de otras como Roma, Viena, Oxford, Lyon, Basilea o Hamburgo.