Kosovo dice que aún falta por especificar las obligaciones en el acuerdo con Serbia

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Bruselas, 28 feb. El viceprimer ministro primero de la República de Kosovo, Besnik Bislimi, afirmó este martes que el acuerdo político con Serbia al plan de la Unión Europea (UE) para avanzar en la normalización de sus relaciones aún debe ser completado con un anexo de cumplimiento que “especifique las obligaciones” de las dos partes.

“Lo que se acordó ayer es que las partes no discutirán más la propuesta presentada por la UE -con un fuerte apoyo de Alemania, Francia, Estados Unidos e Italia-, sino que por ahora se centrarán en la segunda parte, que es aún más importante”, indicó Bislimi durante una audiencia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo.

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, reunió la víspera en Bruselas al presidente serbio, Aleksandar Vucic, y al primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, que dieron por cerrada la negociación del contenido del plan europeo.

No obstante, aún deberán trabajar en su implementación y volverán a reunirse en marzo para hablarlo.

“Ahora tenemos que centrar nuestra energía en el diseño de un anexo de aplicación adecuada que tratará de alcanzar los objetivos” de la propuesta europea, que contiene diez puntos, explicó este martes el ministro kosovar.

Ese trabajo deberá incluir, según dijo, la “eliminación de cualquier ambigüedad potencial” en la formulación del texto de la propuesta básica, así como “la especificación de todas las obligaciones" de las partes, tanto de Kosovo y de Serbia como de los mediadores, la UE y sus 27 Estados miembros.

Además, falta por decidir “la secuencia correcta” de los puntos de la propuesta y “enumerar los plazos o calendarios para cada uno de estos pasos”.

Por último, Bislimi afirmó que queda por cerrar el “mecanismo de seguimiento” y cuáles serán las “posibles consecuencias” del incumplimiento del acuerdo.

El ministro kosovar confió en que, con todos esos apartados logrados, el acuerdo de ayer no sea “uno más” de los que ya han alcanzado en los últimos años las dos partes, sino que se convierta en “un verdadero paso hacia la plena normalización de las relaciones”.

Lamentó, no obstante, que Serbia no estuviera dispuesta a plasmar su firma en el documento de la comunitaria este lunes cuando, aseguró, su país sí se había ofrecido a ello “como señal de compromiso”.

En referencia al décimo punto del plan, sobre la aplicación de los acuerdos alcanzados anteriormente, Bislimi consideró que es necesario realizar un inventario y cerrar la discusión sobre los que ya se han superado.

“Si la propuesta de la UE dice que los países reconocerán los pasaportes de los demás y los documentos, y no hay lógica para seguir insistiendo en el documento o el acuerdo de reconocimiento de los pasos de aduana, porque esto ya ha sido superado, no tiene sentido seguir discutiendo”, puso como ejemplo.

Del mismo modo, consideró que ya no tendrá sentido discutir sobre el reconocimiento de las matrículas, que tanta fricción entre las dos partes ha causado en el pasado.

Bislimi insistió por otra parte en el objetivo de Kosovo de lograr este año el estatus de candidato a adherirse a la UE.

Serbia no reconoce la independencia de Kosovo, proclamada por la mayoría albanokosovar en 2008 tras la guerra de 1998-99 y la represión de Belgrado en la década de 1990 al movimiento separatista albanokosovar.

La independencia de Kosovo ha sido reconocida por Estados Unidos y la mayoría de los socios de la UE, pero no por España, Rusia, China, India, Brasil y otros países.

En opinión de Bislimi, los Estados miembros que no reconocen a Kosovo tendrían “cero interés” en bloquear su camino de integración europea y en instituciones internacionales, en la medida en que Serbia también lo aceptara.

Según dijo, una normalización de las relaciones entre Pristina y Belgrado es importante para “detener la interferencia rusa en la región”.