España aumenta su capacidad de envío de gas a Francia en más de 20%

El gobierno español anunció el jueves que aumentará en más de una quinta parte su capacidad para enviar gas hacia Francia, gracias a los trabajos realizados en el País Vasco a uno de los gasoductos que unen ambos países.

Estas obras permitirán a España, que dispone de la mayor red de regasificadoras de GNL en Europa, de "incrementar de forma importante la capacidad de envío de gas", indicó la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, durante un desplazamiento a Irún, en el País Vasco español (norte).

"A las puertas de un invierno que puede ser complicado en muchos sitios de Europa", debido al conflicto en Ucrania y sus consecuencias, "debemos reducir nuestra dependencia" del gas ruso y "buscar alternativas", agregó la ministra.

España posee actualmente dos conexiones con los gasoductos franceses, en Irún (País Vasco) y Larrau (Navarra). La capacidad total de envío de esas dos vías era hasta ahora de 7.000 millones de metros cúbicos por año, lo que equivale a siete barcos de gas natural licuado (GNL) por mes.

Para aumentar esta capacidad, Madrid había anunciado este verano la instalación de un "compresor adicional" sobre el gasoducto del País Vasco, que une Irún con Hendaya (suroeste de Francia). Estas obras, realizadas por el gestor de la red gasísitica española Enagas, permitirán enviar 1.500 millones de metros cúbicos adicionales por año, lo que supone un alza de más del 21% de la capacidad actual.

Con estas obras, "podremos suministrar a nuestros vecinos" franceses "el equivalente al 6% de su consumo de gas natural", explicó Ribera,.

El director general de Enagas, Arturo Gonzalo, indicó de su lado que todavía tienen que realizarse "ajustes" en la parte francesa para que el gasoducto pueda usarse a pleno rendimiento.

De acuerdo a sus previsiones, la vía estará en pleno funcionamiento al "inicio de la campaña de invierno", es decir "el 1 de noviembre".

España dispone en total de seis terminales de regasificación de GNL, que representan casi el 30% de la capacidad regasificadora de la Unión Europea. Pero al país le faltan interconexiones con el resto de Europa.

Para suplir este vacío, Madrid lleva meses intentando reactivar un proyecto de gasoducto entre Cataluña (noreste de España) y el sureste de Francia, el MidCat, cuyas obras fueron interrumpidas en 2019 debido a su impacto ambiental y a un interés económico juzgado entonces como muy limitado.

Este proyecto, que Berlín ve con buenos ojos, cuenta, sin embargo, con la oposición de Francia.

"Yo creo que es prematuro darlo por enterrado", juzgó no obstante Teresa Ribera, que opinó que este tipo de proyectos deben ser planteados "de manera que tengan sentido en el medio y en el largo plazo".

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