Baviera lamenta boicot de familias israelíes a conmemorar atentados en Juegos de Múnich

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Las autoridades de Baviera lamentaron este viernes que las familias de las víctimas del atentado de los Juegos Olímpicos de Múnich hayan decidido boicotear las conmemoraciones que marcan el 50 aniversario de la tragedia por considerar insuficiente la oferta de compensación.

"Lamentamos profundamente esta respuesta negativa", indicó a la AFP un portavoz del gabinete de Markus Söder, presidente de la región de Bavaria, que organizará esta ceremonia el 5 de septiembre.

"Las negociaciones continúan con el objetivo de lograr un resultado positivo", agregó el vocero.

En una carta transmitida a Söder y de la que la AFP obtuvo una copia, las familias de los 11 israelíes muertos durante los Juegos de Múnich en 1972 "declinan la invitación a acudir" a las conmemoraciones.

Al mismo tiempo, reclamaron a las autoridades alemanas "disculpas públicas" por "todos sus errores" y sus "mentiras" en este caso, así como "abrir todos" sus archivos y una "compensación justa".

El encargado de la cuestión de las compensaciones a las víctimas por parte del gobierno alemán, Pascal Kober, pidió que se encontrara una solución, subrayando "la responsabilidad política" de su país.

"Alemania tiene una responsabilidad política que debemos asumir, sobre todo en vista a su relación única con Israel", precisó Kober en la revista Der Spiegel.

Según el diario Süddeutsche Zeitung, Berlín presentó una oferta de 10 millones de euros en total (10,2 millones de dólares), de los cuales 4,6 millones de euros (4,7 millones de dólares) ya fueron desembolsados en 2002.

Pero, las familias de las víctimas consideran esta cantidad demasiado baja.

El 5 de septiembre de 1972, ocho miembros de la organización palestina "Septiembre Negro" irrumpieron en un apartamento de la delegación israelí en la villa olímpica, matando a dos deportistas israelíes y tomando como rehenes a otros nueve miembros de la delegación, con la esperanza de intercambiarlos por 232 prisioneros palestinos.

La intervención de los servicios de seguridad alemanes sobre la base militar de Fürstenfeldbruck, a una treintena de kilómetros de Múnich, concluyó con la muerte de todos los rehenes, así como de un policía de Alemania del Oeste, en un desenlace sangriento en el que cinco de los ocho agresores palestinos también resultaron muertos, y por el que las autoridades de Alemania del Oeste fueron consideradas en parte responsables.

La portavoz de las familias de las víctimas, Ankie Spitzer, indicó a la AFP que las autoridades alemanas habían dado luz verde a las dos primeras demandas pero que rechazaban acordar a las familias una compensación respetando "las normas internacionales".

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