Uruguay habilita visitas a la "Cárcel del Pueblo" utilizada por la guerrilla tupamara

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La casa montevideana conocida como "Cárcel del Pueblo", utilizada por la guerrilla tupamara para mantener a personas secuestradas a fines de la década de 1960 y hasta su derrota en 1972, será habilitada a visitas, informó el gobierno uruguayo del centroderechista Luis Lacalle Pou.

"Hemos resuelto que en los próximos días se autoricen las visitas a lo que se dio en llamar la 'Cárcel del Pueblo' aquí en Montevideo", anunció el ministro de Defensa Nacional, Javier García, el lunes en rueda de prensa.

"Es parte de una historia trágica del Uruguay, pero por ser trágica no deja de ser la Historia de nuestro país (...) La historia no puede tener recortes", agregó.

El ministro enfatizó que "es un lugar donde estuvieron recluidos uruguayos en forma clandestina y donde hubo violación a los derechos humanos", remarcando que algunos permanecieron allí "más de un año en un lugar que es un sótano con una especie de jaula".

La "Cárcel del Pueblo", una casa ubicada en el céntrico barrio de Parque Rodó en Montevideo, fue utilizada por el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN), la guerrilla urbana de izquierda de la que formó parte el expresidente José Mujica.

Allí el MLN-Tupamaros, que actuó en Uruguay desde mediados de los años 1960 hasta su derrota en 1972 -un año antes del golpe de Estado de Juan María Bordaberry apoyado por militares-, mantuvo cautivas a varias personas.

Entre las más recordadas por los uruguayos están Ulysses Pereira Reverbel, presidente de la empresa estatal de energía eléctrica y muy cercano al presidente Jorge Pacheco Areco (1967-1972); el ministro de Ganadería Carlos Frick Davies; y el embajador británico en Uruguay Geoffrey Jackson.

Su descubrimiento por parte de las fuerzas de seguridad en mayo de 1972 fue una de las principales acciones en la desarticulación del MLN.

De acuerdo a la oficial Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria, la misma casa fue utilizada luego, durante la dictadura (1973-1984), como centro clandestino de detención y tortura de militantes de izquierda.

Desde hace varios años, la construcción es propiedad del Ministerio de Defensa Nacional, pero salvo visitas puntuales de familiares de detenidos o periodistas, nunca había sido abierta al público.

"En consideración a las características del lugar y a la sensibilidad que evoca la memoria", indicó el ministerio en un comunicado, se dispuso un protocolo especial para las visitas.

Los recorridos serán con agenda previa el cuarto sábado de cada mes, con un máximo de 25 personas por día, en grupos de cinco integrantes, que solo podrán recorrer la casa durante 20 minutos.

gv/ltl