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Ya desde hace tiempo que existe el entrenamiento con clickers para perros y gatos. Pero los loros y papagayos también pueden aprender con este método. Por ejemplo, a acercarse a la mano cuando se les ordena o a dejar de morder. "El entrenamiento con clickers es apropiado para construir confianza entre el animal y el hombre", asegura Astrid Behr, portavoz de la Asociación de Veterinarios de Alemania. "No existen castigos, solamente recompensas", agrega. La idea es que los animales muestran una forma de comportamiento más frecuentemente cuando este les resulta gratificante. "El pájaro es recompensado en el momento en que hizo algo bien", dice Miriam Willasch, veterinaria y especialista en mascotas de la Asociación Alemana para el Bienestar Animal en Bonn. Para el entrenamiento se requieren un clicker y un palo de objetivo. El clicker es un pequeño aparato que emite un sonido de "clic" al apretar un botón. El palo de objetivo, en tanto, sirve para guiar a las aves. Debe estar fabricado con un material resistente a los mordiscos. El clicker posibilita confirmar el comportamiento deseado con un clic y luego brindar en calma la recompensa. "Luego de un determinado tiempo de entrenamiento, el ruido del clic crea un puente entre el comportamiento deseado y la recompensa", señala la experta. "La precisión con la que se puede transmitir al pájaro qué comportamiento será recompensado suele conducir a éxitos rápidos de aprendizaje", agrega. En primer lugar, es importante que el pájaro comprenda las condiciones que impone el clicker. "Para eso, tiene que estar vinculado a una recompensa", dice Willasch. Para alcanzar esta meta, hay que pulsar el clicker inmediatamente antes de ofrecer una golosina al ave. Después de algunas repeticiones, el animal entenderá que este sonido significa que está a punto de recibir una compensación. Entrenamiento en sesiones breves "Para que se mantenga esta conexión, el pájaro solamente debe oír el clicker en vinculación con el entrenamiento y siempre relacionado con una recompensa", comenta la experta. Además, el ave debe aprender a seguir el palo de objetivo. Posteriormente, estará en condiciones de comenzar con el entrenamiento propiamente dicho. Lo ideal son unidades cortas de pocos minutos, que se repitan dos veces al día. "El entrenamiento con clicker puede ser aplicado para todas las situaciones posibles", afirma Ann Castro, quien reside en Tenerife. Castro es entrenadora de aves y autora del libro "La escuela de aves: entrenamiento con clickers para papagayos, loros y otros pájaros". El método es adecuado para domesticar a un pájaro, por ejemplo, y también puede ayudar si se le tienen que cortar las garras o se quiere evitar que un ave muerda. En un plan de entrenamiento, primero se divide el comportamiento deseado en varios pasos de práctica, que se ejercitan de manera sucesiva. Un ejercicio básico consiste en enseñarle al pájaro que, con el comando "arriba", se suba a una mano o a un palo. "Esto suena en un principio muy sencillo, pero en realidad este ejercicio consiste de muchos pequeños pasos", afirma la autora del libro. Se comienza logrando que, mediante prácticas sencillas, el pájaro no le tenga miedo al palo de objetivo. Posteriormente se sostendrá el palo entre el ave y la mano, a la que debe subirse. En caso de que el ave se encuentre relajada, se cliquea y se la recompensa. "Primero se mueve la mano libre en minipasos en dirección al pájaro", dice Castro. Luego de cada minipaso, el ave debe morder la punta del palo de objetivo y ser premiado por eso. "Cada uno de estos pasos se practica hasta que el pájaro está completamente distendido. Recién posteriormente se procede al minipaso siguiente", agrega. A veces es necesario dar un paso para atrás Los pasos de ejercitación deben ser tan pequeños de modo que el pájaro no perciba que los ejercicios se van haciendo más difíciles. El ave siempre debe estar distendida. De lo contrario, es preferible retroceder un paso y seguir practicando desde allí. En el transcurso del entrenamiento, la mano extendida acabará por situarse delante del pájaro. A continuación, el ave debería tener que estirarse un poco para alcanzar el palo que se sostiene encima de la mano extendida. En lugar de acercar más la mano al pájaro, ahora se aleja el palo de objetivo poco a poco del animal. El pájaro posteriormente subirá a la mano, lo que volverá a consistir en que también cumpla algunos pequeños pasos: de a poco, el pájaro irá trasladando más y más el peso a la mano hasta que esté parado con sus dos patitas sobre la palma. Posteriormente, esto se vincula con el comando "arriba". En el último paso, se retira paulatinamente el palo de objetivo. "Lo importante es luego practicar en lugar muy diferentes, de modo que el pájaro aprenda a subir a la mano en todas partes", apunta Castro. Cuando esto ya suceda y el comando haya sido aprendido, entonces también puede prescindirse del clicker para el ejercicio. Pero esta práctica siempre debe ser compensada en la vida cotidiana, para que el ave continúe sintiéndose motivada a realizarla. dpa