La amenaza ultraderechista se invita en Francia a siete meses de la presidencial

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La amenaza de la violencia de extrema derecha resurgió en Francia a siete meses de la elección presidencial, con el primer juicio contra una célula clandestina y la detención de cinco presuntos miembros de un grupo neonazi.

"La amenaza es real, hay que tomarla realmente en serio. Es una realidad que viven otras democracias occidentales", aseguró el jueves el coordinador nacional de inteligencia, Laurent Nuñez, en la cadena CNews.

Los servicios de inteligencia y la policía franceses siguen de cerca desde hace algunos años la amenaza multiforme de la ultraderecha, al tiempo que mantienen la vigilancia sobre el movimiento yihadista.

Según Nuñez, se desbarataron 36 atentados islamistas desde 2017 y se desmantelaron seis células de extrema derecha que tenían voluntad de actuar. Algunas habían incluso "experimentado y probado explosivos artesanales".

Uno de estos seis grupos está siendo juzgado en París desde el martes, en concreto seis antiguos miembros de un grupúsculo bautizado Organización de los Ejércitos Sociales (OAS, por sus siglas en francés).

Los miembros del grupo, cuyo nombre es una referencia a la Organización del Ejército Secreto (OAS) activa durante la guerra de independencia de Argelia, aseguran que "nunca" habrían pasado al acto pese a sus proyectos de atentados.

Los seis acusados, de entre 23 y 33 años y cinco de los cuales se encuentran en libertad, se enfrentan a hasta diez años de prisión por el delito de "asociación de malhechores terrorista".

Según la acusación, el grupo, fundado en noviembre de 2016 y desmantelado en octubre de 2017, buscaba "formar física, psicológica y materialmente a combatientes de ultraderecha (...) de cara a una guerra racial inminente".

Sus objetivos potenciales: musulmanes, judíos, árabes, negros e incluso el entonces portavoz del gobierno francés Chistophe Castaner o el diputado de izquierda radical Jean-Luc Mélenchon, actual candidato a la presidencial.

- "Varias familias políticas" -

Esta amenaza está representada por "varias familias políticas" y muchas se nutren "también del complotismo", explicó el coordinador francés de inteligencia, subrayando una de las dificultades para detectarla.

Uno de sus puntos en común es que quieren "pasar inmediatamente a la clandestinidad y emprender acciones violentas", agregó.

El martes, cinco personas fueron detenidas en el marco de la investigación sobre un grupo neonazi sospechoso de planear una acción violenta, especialmente contra una logia masónica.

En este caso, tres miembros del grupúsculo bautizado "Honor y Nación" ya fueron acusados de "asociación de malhechores terrorista" y encarcelados a principios de mayo.

Según una fuente próxima al caso, algunas de estas personas estaban en contacto con Rémy Daillet, una figura del movimiento complotista y vinculado al secuestro, en abril, de una menor, hallada cinco días después.

Jean-Yves Camus, codirector de un observatorio sobre radicalismo político en la Fundación Jean-Jaurès, apuntó el viernes en la radio France Info que "Honor y Nación" cuenta con un centenar de miembros "como mucho".

Pero el riesgo de una acción violenta no disminuye, en su opinión, ya que "es un ambiente muy frecuentado por personas inestables que suelen poseer armas" y cuentan "con una dosis de odio" contra "musulmanes, judíos y masones".

El gobierno francés, preocupado por las acciones y la incitación al odio racial, disolvió en marzo el grupo "Génération identitaire", una decisión criticada entonces por el partido Agrupación Nacional de la política ultraderechista Marine Le Pen, candidata de nuevo a la presidencial.

Sin embargo, a diferencia de 2017, en esta ocasión podría enfrentarse a un rival en su mismo espacio político, el mediático polemista Éric Zemmour, que ha dejado entrever que quizá se presente a las elecciones. El ensayista se ha hecho famoso por sus críticas a los migrantes y al islam que, a su juicio, amenazan la identidad francesa.

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