Europeo de atletismo en sala, nuevo test para las zapatillas de carbono

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Es un tema controvertido y que divide a los atletas: la irrupción de las nuevas zapatillas con placas de carbono, que han revolucionado las carreras a pie, agita las pasiones en el Europeo de atletismo en pista cubierta.

Observar los modelos empleados por cada participante y estudiar su evolución en los cronos se ha convertido en el deporte de moda en el Arena de Torun (Polonia), pero es que la sucesión de actuaciones y de récords establecidos desde 2020 interpela al mundo del atletismo y genera confusión.

Después de ser la sensación en ruta, la aparición en pista de esta nueva tecnología, que combina una placa de carbono y una espuma especial, ha venido acompañada de una cascada de cronos espectaculares. En el espacio de un año se han batido los récords del mundo de 5.000 m (masculino y femenino) y de 10.000 m masculino, borrando de un plumazo a leyendas como Kenenisa Bekele o Tirunesh Dibaba.

La Federación Internacional (World Athletics) ha tratado de poner algo de orden en toda esta polémica, prohibiendo los prototipos y limitando el grosor de las suelas a 30mm con una sola placa de carbono.

Pero nada parece frenar la guerra declarada entre los diferentes fabricantes de material deportivo, que han seguido los pasos de la estadounidense Nike, pionera en esta nueva tecnología, y los atletas, que pelean por correr con zapatillas de última generación... lo que crea una distorsión entre los corredores que la usan y los que aún utilizan calzado más tradicional.

"El aplazamiento de los Juegos Olímpicos ha sido una bendición en lo referente al valor de la igualdad", asegura el atleta francés Pierre-Ambroise Bosse, quien no duda que las nuevas zapatillas "hubiesen alterado y desestabilizado completamente los Juegos, puesto que no todos tienen aún acceso a esas zapatillas".

- "Hasta un segundo y medio más rápido" -

"La evolución tecnológica es parte de la mejora del rendimiento deportivo, pero se necesita que todo el mundo pueda beneficiarse", añade Florian Rousseau, director de rendimiento en la Federación Francesa de Atletismo.

Bosse, campeón del mundo de 800m en 2017 y que actualmente no tiene patrocinador, se considera "afortunado". Al no tener vínculo con un fabricante concreto, ha podido elegir las zapatillas con las que competir y en Torun lo hará con las 'Air Zoom Victory' de Nike (una placa de carbono, almohadillas en la parte delantera). Y su veredicto no deja dudas:

"Cuando te pones estas zapatillas, incluso al andar, notas la diferencia inmediatamente. El beneficio, más allá del rendimiento, es importante sobre todo en lo que se refiere a la recuperación y los dolores. Es fabuloso cuando encadenas carreras", juzga.

Otro atleta francés, Hugo Hay, que participará en la prueba de los 3.000m en Torun y que está patrocinado por Nike, calculaba en L'Equipe que con las nuevas zapatillas se puede ganar al crono "hasta un segundo y medio por kilómetro". Para otros corredores, el beneficio de estas zapatillas en sala no es tan grande como sobre el asfalto.

- "Efecto placebo" -

Para el mediofondista francés Simon Denissel "no se puede atribuir los resultados del último año y los de este invierno a la tecnología; está más relacionado con el largo periodo sin competir por el covid-19".

"Los que han pasado mucho tiempo entrenándose corren ahora más rápido. Y también hay un efecto placebo, ya que los que no corren con las nuevas zapatillas se consideran en desventaja", añade.

El prodigio del atletismo noruego Jakob Ingebrigtsen, calzado por Nike, se muestra molesto cada vez que le preguntan por este tema. "Para mí no hay debate y no hay ningún problema. Si no sabes correr, no correrás bien, con o sin las zapatillas".

El debate no ha hecho más que comenzar, puesto que nuevos modelos innovadores han comenzado ya a verse en las pruebas de velocidad y saltos. Otro quebradero de cabeza más para la World Athletics.

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