El expresidente del atletismo mundial Diack conocerá el miércoles su veredicto

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El expresidente del atletismo mundial, el senegalés de 87 años Lamine Diack, conocerá el miércoles en París a las 13H30 (11H30 GMT) el veredicto de su juicio por corrupción ligada a los escándalos de dopaje ruso.

Para castigar una "infracción enorme contra la honestidad que ha provocado un prejuicio mundial" e incluso aunque esté "en la noche de su vida", los fiscales financieros pidieron cuatro años de prisión y una multa máxima de 500.000 euros (592.000 dólares) al que fuera presidente de la Federación Mundial de Atletismo (IAAF, rebautizada World Athletics), en su juicio celebrado en junio por corrupción activa y pasiva, abuso de confianza y blanqueamiento como banda organizada.

Ante la 32ª sala del Tribunal Correccional de París, el exdirigente senegalés fue juzgado por haber permitido retrasar, a partir de 2011, procedimientos disciplinares contra atletas rusos sospechosos de dopaje sanguíneo, a cambio de contrapartidas económicas procedentes de Moscú.

También está acusado de haber ayudado a su hijo Papa Massata, entonces jefe de marketing de la IAAF, a apropiarse de varios millones de dólares en las negociaciones con los patrocinadores.

Actor clave del caso, Papa Massata Diack se ha quedado en Dakar pero también ha sido juzgado. Los fiscales piden cinco años de prisión y la misma multa que contra su padre; por corrupción, blanqueamiento como banda organizada y abuso de confianza.

Este lunes tomó la palabra en una infrecuente rueda de prensa. "Soy inocente de los hechos y acusaciones, ninguna prueba tangible e irrefutable me puede ser atribuida a estas acusaciones. Rechazo comparecer ante la justicia francesa porque le falta imparcialidad", señaló.

También se solicitaron penas de prisión contra los otros cuatro acusados: el antiguo jefe de la lucha antidopaje en la IAAF, Gabriel Dollé, un abogado que aconsejaba a Lamine Diack, Habib Cissé, así como dos dirigentes rusos juzgados en su ausencia; el expresidente de la federación nacional de atletismo Valentin Balakhnichev y el exentrenador Alexeï Melnikov.

- Zona de sombras -

Cinco años después de su nacimiento, el escándalo no ha parado de expandirse: por un lado toca el dopaje institucional en el deporte ruso, que podría suponer la exclusión del país de los próximos Juegos de Tokio, y por otro abrió las sospechas de corrupción en la atribución de los Juegos 2016 a Rio y 2020 a Tokio.

A lo largo de los seis días que duró su juicio, Diack, cuyas respuestas a veces fueron incomprensibles o no se podían escuchar, convirtió los interrogatorios en muy laboriosos, defendiéndose como un líder que "universalizó" el atletismo.

Durante la investigación y el juicio, el senegalés asumió haber pedido que las sanciones contra atletas rusos sospechosos de dopaje fueran escalonadas a partir de finales de 2011 para evitar un escándalo y no dañar las negociaciones con un patrocinador ruso, el banco estatal VTB, de cara al Mundial de Moscú-2013.

Su abogado aceptó que "al principio" los atletas afectados debían ser apartados oficiosamente de los Juegos de Londres-2012. "Luego eso evolucionó, los atletas (podían participar pero) no debían lograr medallas", señaló.

La defensa de Diack sí rechazó totalmente su implicación en un abuso de confianza en beneficio de su hijo Papa Massata mediante millones de euros desviados en los contratos de patrocinio así como con una participación en la extorsión a atletas rusos dopados, obligados a pagar para escapar a sanciones.

En ausencia de tres de los seis juzgados, el proceso no ha podido esclarecer todas las zonas de sombra, entre ellas este chantaje a los atletas rusos para no suspenderlos, por sumas que alcanzarían los 3,45 millones de euros (4,09 millones de dólares).

Entre los abogados de Diack, William Bourdon pidió a los jueces no enviar al senegalés a prisión ni impedirle "morir en la dignidad, abrazados por los suyos, en su tierra natal".

El expresidente de la IAAF espera obtener un levantamiento de su control judicial para regresar a su país, aunque siga imputado por el dosier de los Juegos Olímpicos, por el que será interrogado pronto en París.

arb/ng/pm/dr