Los molinos irlandeses, a plena capacidad para saciar a la población confinada

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En Navan, cerca de Dublín, el río Blackwater hace girar a toda velocidad la rueda del centenario Molino Martry para satisfacer la creciente demanda de harina de las familias irlandesas confinadas debido a la pandemia de coronavirus.

"Podríamos trabajar las 24 horas del día", dice James Tallon, el dueño del lugar. "Incluso los supermercados que antes sólo vendían cinco cajas de harina a la semana, ahora pueden vender 50 cajas si se les suministra suficiente cantidad", explica este irlandés de 64 años, cuya familia gestiona el molino desde hace cuatro generaciones.

Irlanda está bajo confinamiento desde el 28 de marzo y ha sufrido más de 1.100 muertes debido al coronavirus.

Atrapados en casa, los irlandeses cocinan más que antes, por necesidad o para pasar el rato.

La harina, un ingrediente básico, suele escasear en los supermercados, algunos de los cuales tuvieron que imponer restricciones a las ventas, y los productores se ven obligados a aumentar su régimen.

- "Demanda sin precedentes" -

James y su hijo deben ahora moler a plena capacidad para satisfacer la demanda de panaderías, supermercados y otras tiendas en el condado de Meath.

En el interior de este molino de 1641 es ensordecedor el ruido de los engranajes, que generan un fino polvo blanco y un dulce olor de la madera seca.

En la planta de arriba, grandes piedras de molino aplastan un flujo continuo de grano.

La harina cae entonces al nivel inferior, donde se tamiza en una máquina antes de que el hijo de James, vestido con un mono blanco y una gorra, empaque el producto terminado.

Como resultado, el Molino Martry produce ahora entre tonelada y tonelada y media de harina al día, el equivalente de 500 a 700 paquetes de dos kilos.

"Antes del covid-19, teníamos suerte si podíamos producir esa cantidad en dos semanas", dice Tallon a la AFP.

Esta situación le recuerda las historias que contaba su padre sobre las dos guerras mundiales, que siempre escuchó sin creerlas realmente: el molino funcionaba las 24 horas del día para hacer frente a la escasez le decía y él lo miraba con escepticismo.

A mayor escala, también las grandes empresas irlandesas como Odlums aseguran que se enfrentan a una "demanda sin precedentes".

En su fábrica de Portarlington, ubicada en el centro del país, que produce más de 120 productos destinados a las panaderías, esta compañía asegura que ahora también trabaja las 24 horas del día.

- Coste y "placer" -

Mientras las fotos de pasteles caseros inundan las redes sociales, Tallon tiene su propia teoría sobre la repentina popularidad de la cocina en los tiempos de la pandemia.

"El tiempo se ha convertido en una mercancía que la gente ahora tiene a su disposición y que antes no tenía, demasiado ocupada corriendo de un lado a otro", afirma.

"Ahora que toman un poco de distancia, se dan cuenta de que la repostería casera, la buena cocina casera, es en realidad mucho más barata y mucho mejor", asegura.

"Consigues mucho más placer haciendo tu propio pan, amasando tú mismo, horneándo y oliendo el aroma que invade la casa", dice el molinero.

De momento, el confinamiento se mantiene hasta el 5 de mayo en Irlanda, pero es muy probable que muchas de las medidas restrictivas continuen en las próximas semanas.

jts-acc/mb