¿Por qué la gente va a trabajar igual cuando está enferma?

Mientras que los médicos recomiendan quedarse en reposo hasta recuperarse; el exceso de responsabilidad y el ejemplo de los líderes va en el sentido opuesto. Infobae consultó a especialistas

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"Quedate si no te sentís bien, pero ¿podés mandarme el informe que necesito para mañana?". "Hoy no voy porque tengo fiebre pero no te preocupes que te mando lo que tengo pendiente". "¿Otra vez Juan no vino porque se siente mal?".

Frases como éstas, de jefes, empleados y compañeros resultarán familiares a más de uno. Es que pese a que esté perfectamente "justificado" legalmente y hasta sea la recomendación médica por excelencia ante un cuadro de enfermedad, en muchas empresas no está "bien visto" sentirse mal.

Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, y de la Universidad de Concordia, en Canadá, puso sobre el tapete el debate sobre las consecuencias de ir al trabajo estando enfermo.

La cultura de una compañía marca aquello que se debe y no se debe hacer más allá de las leyes que existen

A priori, ¿qué es lo que motiva a una persona a ir a trabajar sintiéndose mal? Consultada por Infobae, Carolina Borracchia, CEO de Combo Employer Branding, postuló fundamentalmente dos motivos: la cultura dentro de cada compañía y el ejemplo de los líderes.

"Más allá de la persona, cuando alguien pone por delante de sí su trabajo y el bienestar de una compañía, lo que debe analizarse es qué le pasa a quien se plantea qué ocurrirá si no va a trabajar porque se siente mal", observó Borracchia, quien remarcó que "desde el punto de vista legal es sólo cuestión de que la empresa envíe al domicilio del empleado el médico laboral o bien presentar un certificado médico y cualquier trabajador está habilitado legalmente para faltar al trabajo".

El punto, para ella, se presenta cuando alguien busca otro tipo de justificación que tiene que ver con la cultura de una compañía, y con el ejemplo que tiene de sus líderes.

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"La cultura de una compañía es lo más fuerte porque es lo que marca aquello que está bien visto y aquello que no, lo que se debe y no se debe hacer más allá de las leyes que existen –consideró–. Y esto es fortísimo; en muchas compañías, por ejemplo, existe el viernes flexible, pero a la vez quien que se lo toma es mal visto".

Tras asegurar que "existe un contradiscurso muchas veces dentro de una empresa, y ese es el tema más importante", la especialista destacó que "también existen las compañías que al que está enfermo lo 'eyectan', y el jefe o los compañeros le recomiendan irse a descansar, porque hay un consenso psicológico y emocional que habilita a que el que está enfermo se queda en la casa".

"Todo pasa por una cuestión cultural, y la cultura es algo súper poderoso dentro de cualquier compañía, superando incluso los límites de lo legal", insistió Borracchia, para quien "la cultura y la mirada del jefe que va a trabajar inclusive enfermo pesan más que el certificado médico, ya que se supone que si el jefe va enfermo es lo que espera de sus empleados y marca la forma en que se trabaja en la empresa".

En la vereda de enfrente, la especialista ubicó a las compañías en las que se respira una cultura donde a la persona enferma se la habilita sin culpa para irse a su casa y los otros se las arreglan como pueden para terminar el trabajo. "Son claramente los trabajos más propicios para cualquier persona, pero más para los jóvenes que nacieron en una época donde prima esto del sentido común de 'si estoy enfermo por qué voy a ir a trabajar', frente a otras generaciones en las que primaba un sentido excesivo del sacrificio", finalizó.

El trabajo británico, publicado en la revista The Journal of Occupational Health Psychology, alertó de que este "presentismo" laboral no conlleva efectos positivos. El trabajar a toda costa, ya sea por presión por parte de la empresa, por el miedo a perder un puesto de trabajo o el exceso de compromiso por una labor, atenta contra la propia salud y la de los compañeros.

Los expertos analizaron 61 estudios anteriores (con un total de 175.960 participantes) de los que extrajeron que variables como el estrés, la falta de recursos laborales, la exigencia de los supervisores o la discriminación percibida eran tan cruciales en el presentismo laboral como el gran sentido del compromiso con la empresa.

"Trabajar mientras se está mal puede agravar los efectos de la enfermedad inicial y dar como resultado malas actitudes en el trabajo. Pero las posibles consecuencias de ausentarse propician que los empleados vayan a trabajar enfermos o que regresen antes de estar totalmente recuperados", destacó Mariella Miraglia, responsable del estudio.

A lo que el director de la Clínica Zabala, perteneciente a Swiss Medical Group, Silvio Payaslian (MN 89165) –también consultado por Infobae agregó que "un empleado que va a trabajar enfermo tardará más en recuperarse, y además, como no se va a sentir bien, irremediablemente va a rendir menos en su puesto". Y alertó: "Asimismo, cuando hay alta contagiosidad puede transmitirle la enfermedad al resto de sus compañeros y generar más ausentismo".