El objetivo de Trump es claro: sumar como sea los 1.237 representantes para que nadie pueda arrebatarle la nominación a la carrera final por la presidencia.
Él sabe que si no lo logra, y la Convención Republicana pasa a una segunda votación, los delegados se agruparían en su contra, ya sin la obligación de votar al candidato por el que fueron enviados.
Sin embargo, el tropiezo de Trump en Wisconsin podría ser visto por sus opositores como "el comienzo del fin". Con su victoria, a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Ted Cruz/a pretende aprovechar el momento triunfal para arrastrar el resultado a otros estados más grandes y con mayor repartición de delegados, y así seguir restando diferencias con el multimillonario.
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