El a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Estado Islámico/a (ISIS, por sus siglas en inlglés) está perdiendo la batalla contra fuerzas que se enfrentan al grupo islamista desde muchos lugares en Irak y Siria y el foco está puesto ahora en estabilizar las ciudades recuperadas de manos de ellos, dijo el sábado un enviado de Estados Unidos a uno de los frentes que combate a la agrupación.
En una conferencia de prensa en Bagdad, el funcionario estadounidense Brett McGurk declinó a establecer un calendario respecto a cuándo será derrotado el grupo o cuándo se recuperarán Mosul y Raqqa, las principales ciudades bajo su control en Irak y Siria, respectivamente.
McGurk se reunió en Bagdad con funcionarios iraquíes, incluyendo al primer ministro, Haider al Abadi, que en diciembre dijo que 2016 sería el año de la "victoria final" sobre Estado Islámico en Irak.
"Daesh está sintiendo presión ahora desde todas partes en forma simultánea y eso va a continuar (...) se va a acelerar", sostuvo McGurk en la conferencia de prensa, en que usó un acrónimo para Estado Islámico.
"Daesh está sintiendo presión ahora desde todas partes en forma simultánea y eso va a continuar (...) se va a acelerar"
"Daesh está perdiendo; mientras pierden, nos concentramos cada vez más en la estabilización", agregó, en referencia a planes para rehabilitar y patrullar ciudades recuperadas de manos de los militantes.
Estado Islámico se ha visto presionado por incursiones aéreas y acciones de fuerzas terrestres de varios grupos en ambos países, pero aún controla grandes territorios.
Mientras tanto, los combates han prácticamente cesado los siete días de la tregua que entró en vigor en algunas zonas de Siria el 27 de febrero pasado, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Por otra parte, la Media Luna Roja y la Organización para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés) informaron en sus cuentas de Twitter de que el viernes 23 camiones con comida y productos médicos pudieron acceder a las localidades de Ein Tarma, Hazeh y Saqba, en Guta Oriental, en la periferia este de Damasco.
El alto el fuego no fue declarado en todo el territorio sirio, ya que grupos como el Estado Islámico y el Frente al Nusra rechazaron que se estableciera la tregua en las zonas que se encuentran bajo su control.
Por ese motivo, diversas organizaciones de Derechos Humanos en el terreno han denunciado que un total de 135 personas murieron en la primera semana de la tregua, lo que deja al descubierto la fragilidad de la tregua apenas días antes de que la ONU intente reanudar formalmente las conversaciones de paz.
El enviado de la ONU Staffan de Mistura dijo que las negociaciones, que originalmente estaba contemplado que comenzaran el lunes en Ginebra, tendrían un inicio problemático posteriormente en la semana y que los delegados comenzarían a llegar a partir del miércoles.
Naciones Unidas afirmó que el retraso se debía a "razones logísticas y técnicas y también al cese al fuego para más tranquilidad". "Estimo que comenzaremos el (jueves) 10 de marzo, cuando lanzaremos el proceso", comentó de Mistura en una entrevista con el diario panárabe Al Hayat.