Detuvieron en España al enfermero acusado de realizar abortos forzados en las FARC

Héctor Albeidis Arboleda Buitrago, quien es señalado como el responsable de realizar al menos 150 intervenciones ilegales a integrantes mujeres del grupo armado colombiano, fue arrestado en Madrid

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Luego de la emisión de la circular roja de Interpol por delitos de "tortura agravada, aborto sin consentimiento y concierto para delinquir", el "enfermero" de 40 años fue apresado en la capital española, según confirmó la Fiscalía de Colombia.

Arboleda es requerido por las autoridades del país latinoamericano por supuestamente ser el responsable de haber realizado alrededor de 150 abortos a guerrilleras, incluidas menores de edad, "como una política de guerra", por un lapso de al menos 15 años en zonas remotas del oeste y centro del territorio colombiano, dijo a medios el director nacional de Seccionales y de Seguridad Ciudadana de la Fiscalía, Luis González León.

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Tras su detención en un operativo conjunto entre la Guardia Civil española e Interpol, la Fiscalía de Colombia espera que las autoridades europeas indiquen si residía allí de forma legal o ilegal para proceder a su extradición o expulsión.

"Varias mujeres murieron en estas prácticas de abortos y otras quedaron con lesiones, otras refirieron que esto para ellas fue una tortura", reconoció González León en diálogo con la prensa en una conferencia luego del arresto del denominado "enfermero" de la guerrilla.

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El fiscal general colombiano, Eduardo Montealegre, explicó este viernes que el pedido realizado al organismo de seguridad internacional se llevó a cabo luego de acumular "elementos de juicio para demostrar que el aborto forzado era una política de las FARC"

Un informe elaborado por expertos de la Universidad Sergio Arboleda tras dos años de investigación titulado "Violencia sexual como crimen internacional perpetrado por las FARC", muestra las tareas de los guerrilleros para evitar que las mujeres queden embarazadas, y en caso que suceda, son obligadas a abortar con un importante riesgo para su salud, ya que, además de la práctica ilegal, en la mayoría de los casos se realiza en lo profundo de la selva.

El escrito remarca que en caso que las guerrilleras quisieran tener el hijo, pueden ser juzgadas con posibilidad de sentencia de muerte, algo que solo esquivan las novias o esposas de los comandantes, que pueden tener hijos o una mejor alimentación.