Los medios del mundo acusan a los Millennials de ponerle fin al matrimonio. "¿Listo para el apocalipsis del matrimonio?", desafíó la CNN en uno sus informes. "Las parejas jóvenes rechazan el matrimonio por temor al divorcio", alertó The Telegraph. Titulares como estos dan la impresión de que el matrimonio ha muerto para esta generación 'under' 30. Pero resulta que la realidad puede ser un poco diferente según anunció el periódico británico The Guardian.
En los países más desarrollados -con expansión de la educación y más oportunidades en el mercado laboral, especialmente para las mujeres- se dieron en los últimos 20 años grandes cambios en las normas y actitudes sociales, tales como una mayor aceptación de la convivencia antes del casamiento o un retraso de la maternidad.
La crisis económica europea también inclinó la balanza y las recientes campañas internacionales para permitir apellidos maternos en los certificados matrimoniales o las uniones civiles para parejas del mismo sexo demuestran que las asociaciones patriarcales históricas del matrimonio son absolutamente opuestas a los valores actuales de los jóvenes y es por eso que lo combaten. Sin embargo este escenario no se replica en todo el mundo, a pesar de que la idea sobre una "crisis del matrimonio" está instalada globalmente.
El matrimonio en Europa
En países como el Reino Unido, por ejemplo, es absolutamente cierto que el matrimonio está en declive. En 2012, sólo el 14% de las novias y el 8% de los esposos eran menores de 25 años, en comparación con el 76% y el 61% de finales de 1960, según la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) de Inglaterra.
Esto no significa solamente que las personas se están casando cada vez más mayores, sino que, como señaló un informe de 2014 de la Marriage Foundation -un centro de estudios que promueve el matrimonio- cerca de la mitad de los veinteañeros de hoy en el Reino Unido jamás se casarán.
Es una historia que se repite en gran parte de Europa, donde los investigadores dicen que la crisis económica ha tenido un impacto negativo en las tasas de matrimonio (junto con otros enormes cambios culturales) porque la situación financiera impulsa a muchos a convivir por necesidad y el costo de una boda también es un factor para evitarla.
Por otro lado, eso no quita que muchos jóvenes estén todavía empeñados en casarse y tengan la intención de permanecer así para toda la vida. Algunos incluso se casan mientras estudian en la universidad porque los jóvenes casados reciben beneficios de herencia y pensiones, para los que no califican las parejas que no están casadas.
La convivencia: una nueva forma de matrimonio
Según explicó a The Guardian Man Yee Kan, profesor asociado de sociología de la Universidad de Oxford, la convivencia todavía se considera una medición de la concepción de matrimonio en Europa y Occidente. "Si tomamos en cuenta la edad de inicio de la primera unión -ya sea la primer convivencia o matrimonio- no ha cambiado mucho en las últimas décadas". Es decir que a la edad que las generaciones anteriores se casaban, las actuales conviven.
Y añadió: "En algunos países, como Suecia y Noruega hay poca diferencia social entre los dos estadíos y convivir hoy en día puede considerarse una nueva forma de matrimonio". La falta de presión social para casarse hoy en día en estos países significa que aquellos que lo hacen, es simplemente para celebrar su amor", dijo el profesor Janeen Baxter de la escuela de ciencias sociales en la Universidad de Queensland, Australia. "El matrimonio significa algo hoy. No es un paso en la edad adulta que precede a otros eventos, sino que es la piedra angular de encontrar la pareja adecuada, la convivencia, la búsqueda de un hogar, el deseo de tener hijos, y la obtención de un empleo o carrera".
La percepción de "crisis" está centrada en Occidente
Mientras el matrimonio es cada vez menos común en ciertos países -razón por la cual se cree que los jóvenes no se casan- sigue siendo la norma en muchos otros lugares y es particularmente común en Asia y el Medio Oriente.
En la India, según datos de 2006 compilados por la ONU, el 74% de las mujeres de 20 a 24 años de edad están casadas. "El matrimonio se considera importante porque mantiene la casta, clase y género, las estructuras más fundamentales de la sociedad", dijo la doctora Clarinda Still, oficial de investigación postdoctoral en el programa de estudios del sur de Asia contemporánea en la Universidad de Oxford. "Los jóvenes deben casarse con personas de la misma casta o clase y producir niños de esa casta o clase. El matrimonio entre castas sigue siendo relativamente poco frecuente y el matrimonio entre ciertas castas es todavía un tabú".
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