Con 276.190 habitantes, San Miguel es un centro comercial y financiero de la región noroeste del conurbano bonaerense, con una importante inversión inmobiliaria, que según La Porta no tuvo su correlato con "una coordinación desde el punto de vista político, municipal, de regulación, de control, y de hacia dónde tiene que ir el municipio, entonces vamos teniendo unas falencias importantes".
San Fernando, por su parte, tiene cerca 163.240 con la particularidad de ser uno de los municipios más grandes del conurbano -23 kilómetros cuadrados continentales y 950 de la sección de islas del Delta del Paraná-, además de tener grandes diferencias sociales, "que se han ido marcando por las políticas que viene llevando adelante la actual gestión, que son más cosméticas y han dejado de lado la inclusión", dice Molle.
La Porta: —...sí, en el caso nuestro de San Miguel, el oficialismo -el sector de Massa- perdió por más de 11 puntos, frente al 42% que tuvimos, que además fuimos los únicos (N. de R.: dentro del municipio) que llevamos la disputa en una PASO.
La Porta: —Lo que favorece mucho es la pertenencia, ser parte de un proyecto nacional. Porque sabemos en nuestras comunidades viven bonaerenses y también son argentinos. Con lo cual, les preocupa mucho lo que tiene que ver con la vida cotidiana, la situación económica, la garantía de derechos conseguidos, que eso se siga manteniendo después del 10 de diciembre. La gente quiere ir por las cosas que faltan, pero fundamentalmente cuidando lo conseguido. Nosotros lo que estamos llevando a cabo es un proyecto político que trata de que San Miguel esté incorporado a este proyecto nacional, que va a darle continuidad Daniel Scioli, el modelo provincial que le va a dar continuidad Aníbal Fernández, para aprovechar muchos de los programas que llevaron adelante a nivel nacional y provincial que San Miguel no pudo aprovechar por una ineficiencia en términos de la gestión municipal. Dos ejemplos nada más: somos el único municipio que no adhirió a la policía local, que es una política provincial a la que adhirieron casi todos los municipios con independencia de la bandera política. El segunda tiene que ver con la construcción de viviendas que se ha llevado adelante desde la Nación todos estos años: San Miguel no hizo una vivienda. Y no podemos decir que no se necesita vivienda, porque hay mucha gente que en la vera del río Reconquista vive en una situación lamentable, o que viven debajo de la línea de alta tensión.
Molle: —Creo que Franco marca el punto exacto, que es la falta de articulación que tienen estos gobiernos locales con proyectos provinciales y proyectos nacionales, más allá del color político, porque esto no se trata de que no articulamos porque somos de diferente color político. La discusión política tiene que ir por un lado, la gestión tiene que ir por otro, más allá de que cada decisión de gestión tiene un fundamento político. Si te toca articular con la provincia y con la Nación, mejor, incluso para tu ciudad... En San Fernando también tenemos varios casos: en 2011 se había acordado la instalación de un parque industrial con la Nación y de un UPA con la provincia: ninguna de las dos cosas se pudieron llevar adelante. Esto hubiera tenido un impacto muy favorable en términos de gestión de salud intermedia y generación de empleo para el sanfernandino, y nada de eso se llevó adelante. Mencionaron la vivienda: en San Fernando hay algo peor, se estaban haciendo, pero desde 2012 las casa quedaron como estaban, no pusieron un ladrillo más. Esta dificultad de pensarse en proyectos, porque el intendente actual está repartiendi sólo la boleta de él y a veces con la de Macri y a veces con la de Scioli... Le da lo mismo los proyectos. Es algo a lo que no estamos acostumbrados nosotros, que creemos que sólo así una Nación, una provincia y una ciudad pueden crecer.
La Porta: —También pasa en San Miguel, que reparte un kit con la boleta local, los instructivos y una tijerita explicándole a la gente cómo tienen que hacer para cortar boleta, ya ahí están subestimando a la gente, porque la gente sabe cómo es el proceso electoral y sabe cómo elegir. Pero sí están demostrando la no pertenencia a un proyecto de Nación. Dicen ser los que acompañan a Sergio Massa, y cuando no están más en la reunión con Sergio Massa, hacen todo lo posible para que los voten a ellos. Están mostrando algo muy feo de la política: quiero sostener el poder, no importa a costa de qué.
La Porta: —También está mal. El Frente para la Victoria tiene que plantear que es un proyecto político nacional, que tiene correlato a nivel provincial, y que tiene que tener correlato a nivel local en cada uno de los municipios. Eso tenemos que manifestarle a la gente, porque ese es nuestro espacio político, ahí está nuestra propuesta. Y que la gente después decida. Cuando uno trata de transformar eso en una necesidad coyuntural, en términos solamente electorales, por conseguir el voto como fuere, en realidad lo que termina haciendo es perder prestigio.
Molle: —Me parece que es una discusión que intentaron instalar en las PASO mismas, con la figura de Aníbal Fernández, que el intendente no iba a acompañar a la fórmula de Aníbal y sí iba a acompañar a la fórmula de Julián. Eso no se dio, y hace tiempo que nosotros venimos pensando en términos de proyecto. Es algo muy rico que se le ha incorporado a la política estos últimos años, que trasciende el nombre particular de los candidatos a intendente, a gobernadores y a presidente. Lo que está en juego acá es no sólo cómo continuamos a partir de lo que ya hemos construido, sino cómo nos incorporamos a esto que dice Daniel Scioli que es la nueva etapa de la agenda del desarrollo.
La Porta: —La demanda hoy que hay en las comunidades locales tiene que ver con un concepto mucho más superior que lo que había 20 años atrás. Hace 20 años se le reclamaba a un intendente recolectar residuos, iluminar las calles, barrer las veredas o tapar algún bache, no más que eso. Hoy el concepto de administración local es un concepto mucho más amplio: se requiere de un municipio que se involucre en el combate a la inseguridad, en afianzar la justicia, en el modelo educativo, en el desarrollo productivo, generar trabajo, en planificación y desarrollo cuidando el medio ambiente. Uno tiene que ser no solamenente el ejecutor de un presupuesto municipal, sino el vinculador para que todos los programas nacionales y provinciales lleguen a nuestro municipio en beneficio de la gente. Por eso nosotros planteamos claramente que es necesario que haya un alineamiento político de un proyecto nacional, con correlato provincial y correlato municipal, porque eso va a beneficiar a nuestras comunidades. Planteando las cosas asì, yo tengo que decir "vote la boleta completa".
Molle: —Las discusiones que hoy hay en la comunidad son mucho más ricas en términos políticos, se tiene mucho más claro el vecino qué es lo que quiere o necesita en cuanto a demandas institucionales. Ha cambiado muchísimo los modelos de gestión. Más allá de si son barones o no son barones, creo que hay muchos intendentes que fueron quedando en el camino en esta idea de modernizar modelos de gestión. El municipio a veces es una caja que ha quedado intacta desde el siglo pasado. Y creo que a veces tiene que ver con cómo resolvemos problemas que eran del siglo pasado. El intendente tiene que involucrarse más en cosas que las tranfería a la Nación: esta idea de la seguridad es nueva, no tiene más de 20 años. Antes era un problema de las fuerzas de seguridad, ahora el intendente tiene que poner la cara, y muchs veces vemos que tienen las mismas respuestas que vienen dando hace años pero no se va avanzado en la resolución de los temas. Nadie es dueño de los votos, en todo momento tenés que ir dando muestras y tener una apertura política que en muchos casos no se ve, por esta dificultad de pensar políticas cerradas, gestiones cerradas para adentro. Mientras más participación ciudadana, más eficaz es, porque la demanda la tenés de primera mano. Muchos municipios no han ingresado al siglo XXI.
La Porta: —Lo que uno no puede darle en cuatro, seis años, ocho años, no se lo puede dar hacia adelante, porque los equipos que uno conforma también tienen un desgaste, y además la comunidad se cansa de relacionarse con los mismos que dan las mismas respuestas. Hay que innovar. Hay que ser más modermo para poder ser más eficiente. Y eso también tiene que ver con un nivel de renovación en términos de los dirigentes políticos. Este trasvasamiento generacional del que hablaba Perón en el siglo pasado, el milenio pasado, se tiene que dar naturalmente, porque si no uno el desgaste que sufre en la gestión termina repercutiendo en no resolver las necesidades de la comunidad.
Molle: —Estoy totalmente de acuerdo con este límite para las intendencias, pero sumaría un límite que tiene que ver con la posibilidad de tener equipos abiertos, y no un círculo muy cerrado, y lo que pasa en San Fernando, familiar. En San Fernando el presupuesto son 1200 millones de pesos: el 80% de la ejecución presupuestaria se divide en tres áreas: una está a cargo del intendente, que es obras de infraestructura; la segunda área que ejecuta mayor presupuesta es Secretaría Privada y Coordinación: el secretario es Juan Andreotti, el hijo del intendente. La tercer área que ejecuta más presupuesto es Cultura, Educación y Contención Social: la secretaria es Alicia Aparicio, la mujer del intendente. La cuarta área es el Concejo deliberante: el presidente es Santiago Aparicio, el cuñado del intendente. Entre cuatro personas están definiendo 1200 millones de pesos. No sólo hay que tener un límite en la cantidad de gestiones que uno se quiere quedar en el poder como si fuera un lugar propio, sino en tener una apertura política, si no es muy difícil pensar en una ciudad a largo plazo.