La polémica desatada por el anuncio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de cobrar impuestos a partir de noviembre por usar Netflix, Spotify y juegos de Facebook tiene un reciente antecedente en Canadá.
Allí, en el mes de julio, el organismo de medios estatales (CBC, por su nombre en inglés) y la Asociación de Productores de Medios reclamó al ente que regula las telecomunicaciones que Netflix pague un impuesto que sea utilizado para subsidiar las producciones locales.
Según reportó la prensa canadiense, un comunicado de la CBC aseguró que "cualquier servicio en streaming Over the Top (OTT) como Netflix, que gana cerca de 650 millones de dólares al año, debería estar obligado a contribuir para el Fondo de Medios de Comunicación de Canadá".
La compañía de streaming norteamericana, que en el últimpo tiempo ha visto su popularidad crecer gracias a sus aclamadas series House of Cards y Orange is the new black, se manifestó en contra de este impuesto y advirtió en un comunicado que estaría obligada a aumentar el precio de su suscripción en Canadá en caso de aprobarse la tasa propuesta.
"Esta situación no se traduciría en un beneficio para el contenido canadiense, sus productores o los consumidores locales", afirmó Corie Wright, directora de política públicas globales de Netflix, quien además considera que a través de las series originales de la versión canadiense de la empresa, ésta apoya la creación local.
Pese al intercambio entre la CBC y Netflix, el ente regulador canadiense no adelantó todavía si exigiría el pago a Netflix. En el pasado, había resuelto que los servicios de streaming tendrían que estar libres de pagar un impuesto de esas caracerísticas.