La Corte Suprema concedió la prisión domiciliaria a un represor condenado a cadena perpetua

Se trata de Roque Ítalo Pappalardo, preso por cometer un delito de lesa de humanidad, ahora beneficiado por su estado de salud. El máximo tribunal anticipó que revisará otros casos

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Adrián Escandar

Pappalardo fue hallado culpable por la desaparición, tortura y asesinato del abogado tandilense Carlos Alberto Moreno, y condenado a prisión perpetua. Por su delicado estado de salud, la Cámara Federal de Casación Penal le había concedido la prisión domiciliaria, beneficio que fue ratificado este martes por la Corte Suprema.

La fiscalía había apelado esa sentencia y solicitó que fuera alojado nuevamente en dependencias del Servicio Penitenciario Federal, pero la Corte lo rechazó, al declarar inadmisible el recurso del Ministerio Público. La decisión del tribunal que encabeza Ricardo Lorenzetti se basa en que Pappalardo no podría recibir en una cárcel común el nivel de atención que necesita para tratar la afección cardíaca que padece.

La jurisprudencia fijada por al máximo tribunal del país va en contra del criterio que aplicaba la Justicia hasta ayer, por el cual los condenados por delitos de lesa humanidad debían cumplir sus penas en cárceles comunes. Hasta ahora sólo había un antecedente: el del ex jefe del distrito militar de Misiones, Carlos Humberto Caggiano Tedesco, confirmado en febrero de este año también por la Corte Suprema.

La decisión abre la puerta a otros casos similares. De hecho, la Corte Suprema ya anticipó que revisará otros casos de represores condenados.