En las últimas horas los nombres de Oyarbide y Zannini quedaron en el ojo de la tormenta luego de que Infobae revelara que el magistrado mandó a frenar el allanamiento a una financiera tras haber recibido un llamado de Carlos Liuzzi, mano derecha del secretario legal de la Presidencia.
Liuzzi lo llamó a Oyarbide para interceder por el dueño de la financiera, Guillermo Greppi. Este empresario, apuntado por Pablo Schoklender como el "financista del poder", logró poner fin al procedimiento, que habría sido muy violento y que incluyó un pedido de coima de los policías.
La conexión de nombres no termina ahí. El juez Oyarbide fue quien archivó una causa en la que se investigaba a Liuzzi, que es la mano derecha de Zannini, por presunto enriquecimiento ilícito. Pero ¿cuál es el vínculo entre Greppi y Liuzzi? El propio financista dio su versión en una entrevista con InfobaeTV: "Es un amigo de la vida, lo conozco hace 30 años".
Greppi afirmó que ante la agresividad de los policías que allanaban su empresa, la Asociación Mutual Propyme, decidió pedir ayuda a un comisario mayor, "un amigo", pero éste le dijo que no podía hacer nada. Ante la negativa del uniformado, el financista llamó a Liuzzi.
"Me comuniqué con Liuzzi cuando no dábamos más, nos estaban arrastrando las computadoras por el pasillo, había clientes dentro, necesitaba preservar la empresa. Ante la impotencia de que un comisario me diga 'no puedo hacer nada', decidí llamarlo", sostuvo Greppi. Según su testimonio, los policías le habían pedido una coima de 300 mil dólares, que luego "pesificaron", solicitando "tres millones de pesos".
Luego, Greppi insistió en descartar connotaciones políticas a su vínculo con Liuzzi. "Tuve la bondad de conocerlo hace 30 años; él no es político, es funcionario. Esto no tiene nada que ver con lo político, me ayudó como amigo", agregó.
Greppi descartó tener vinculaciones con el financista Fernando Caparrós Gómez, con Pablo Schoklender y con el programa de construcción de viviendas Sueños Compartidos. "No conozco a Zannini, no conozco a De Vido, mi empresa no es financiera del Gobierno, no tenemos cheques de las Madres de Plaza de Mayo, no tengo nada que ocultar", enfatizó.
Finalmente, Greppi defendió a Liuzzi y dijo que pone "las manos en el fuego por él". "Es una persona que no nació el día que empezó a trabajar en la Casa Rosada, tiene bienes de tiempo atrás, lo sobreseyeron porque no había nada que mirar. Pongo las manos en el fuego por su moral, por su amistad y por su hombría de bien", afirmó.
Para Greppi, Liuzzi no cometió ningún delito al interceder ante Oyarbide para frenar el allanamiento a la Asociación Mutual Propyme. "Sólo le dijo a Oyarbide que estaban masacrando a un amigo", concluyó.