Darty, que había anunciado a finales de 2012 su objetivo de concentrarse en el mercado francés, belga y holandés, cerrará sus tiendas españolas a finales de junio, lo que supondrá un costo de alrededor de 30 millones de euros, el equivalente a 38 millones y medio de dólares.
"Para mejorar significativamente nuestra posición, habríamos tenido que embarcarnos en un largo y potencialmente costoso desarrollo, sin garantía de éxito en un mercado muy difícil", dijo Alan Parker, presidente de Darty.
En España, donde emplea a unas 650 personas, se prevé que el grupo alcanzará una facturación de unos 120 millones de euros (US$ 154 millones) para una pérdida operacional de 16 millones de euros (20,5 millones de dólares) en el ejercicio que finaliza el próximo 30 de abril.
La compañía con sede en Londres había decidido en diciembre frenar una expansión considerada "infructuosa y costosa" en el sur y centro de Europa, para concentrarse en sus tres mercados principales.
Darty había anunciado el 1º de febrero pasado el nombramiento de Regis Schultz, dirigente de la cadena But, como director general desde el 1º de mayo, con la misión de poner en marcha un plan de recuperación.