Muere un tercer héroe de Fukushima

Al descomponerse los reactores como consecuencia del tsunami, 50 empleados se ofrecieron a permanecer en el lugar a riesgo de sus vidas para intentar contener la fuga radioactiva

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Uno de estos héroes de Fukushima acaba de fallecer en forma repentina, a los 50 años, de un infarto. Y, aunque la empresa que opera esa planta nuclear, Tepco, aseguró que se trata de una muerte sin relación con las radiaciones recibidas o la sobrecarga de trabajo en el período posterior al terremoto, éste es el tercer fallecimiento que se produce entre los miembros del grupo de "liquidadores", como se llama a los voluntarios que trabajan en las zonas de desastre nuclear.

Como lo recuerda el periódico Asahi Shimbun, citado a su vez por la revista Courrier International, "el primer técnico murió de un infarto y el segundo de una leucemia aguda".

Actualmente, 1991 empleados trabajan aún en la zona prohibida de Fukushima.

El antecedente que sirve como referencia es el del accidente nuclear de abril de 1986 en la planta rusa de Chernobyl, donde miles de operarios, bomberos y otros voluntarios trabajaron como "liquidadores", es decir, se ocuparon de limpiar el lugar y construir el sarcófago con el cual se sellaron los reactores para contener la radiación y tratar de limitar el daño a la población.

Muchos de ellos padecieron efectos secundarios gravísimos, tales como discapacidades permanentes y enfermedades mortales.

Los liquidadores de Fukushima sabían lo que enfrentaban, como lo demuestran los mensajes que enviaron a sus familias desde el interior de la planta en los días que pasaron aislados del exterior.

La leucemia es una de las enfermedades derivadas de la exposición a la radiación.