Clintonrespondió en un tiro elevado a los adversarios del gobierno demócrata, que desmerecen la estrategia adoptada por Barack Obama en el frente externo: retiro anticipado de tropas en Irak; patrocinio del renovado diálogo de paz entre palestinos e israelíes; fuerte presencia militar en Afganistán y sanciones a Irán por su controvertido programa de desarrollo nuclear.
"Hoy podemos decir con confianza que este modelo de liderazgo de los Estados Unidos funciona y que constituye nuestra mayor esperanza en un mundo peligroso", sostuvo Clinton.
Así contestó a las críticas contra una supuesta debilidad del gobierno, que ponen en duda los resultados concretos de su estrategia exterior.
"Dentro de más de un año y medio, comenzaremos a ver los resultados de nuestra estrategia", prometió Clinton. "Estamos avanzando en los intereses de los EEUU y haciendo progresos en algunos de nuestros desafíos más urgentes".
En concreto, los detractores de Obama afirman que la sanciones a Irán no surtieron el efecto deseado, que el conflicto palestino e israelí no tiene solución a la vista y que el balance para los EEUU de las guerras de Afganistán e Irak es negativo.
La jefa de la diplomacia estadounidense ve las cosas de otro modo. "Vamos a aprovechar este nuevo momento de oportunidades, este momento estadounidense. Somos una nación que siempre ha creído que tiene el poder de darle forma a nuestro propio destino, para abrir una nueva y mejor vía".
"Estamos lejos de pensar que lo haremos solos. El mundo mira hacia nosotros porque los Estados Unidos tienen los medios y la determinación para movilizar el esfuerzo compartido para resolver problemas a escala mundial. En defensa de nuestros propios intereses, pero también como una fuerza de progreso".
De esa forma, volvió a colocar a su país en el centro hegemónico que ocupó durante las últimas décadas. "En eso no tenemos rival", concluyó.