La jornada del jueves en la Cámara de Diputados fue muy tensa, pero la nota la dio Sandra Mendoza, ex mujer del gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, quien juró a los gritos por la memoria de los desaparecidos, por "nunca más el genocidio" y por el pueblo chaqueño.
Luego de asumir su banca se abrazó con Elisa Carrió, a quien conoce del Chaco, y segundos después le daba un abrazo igual de efusivo al ex presidente Néstor Kirchner, a quien responde políticamente.
Después, Mendoza pidió la palabra y quiso dar lecciones sobre sus conocimientos del reglamento. De fondo se podían oír las risas de algunos legisladores, incluso de su propio bloque.
La chaqueña, quien se sentó en la bancada K, se mostró fiel a su estilo grotesco con el que cuestionó la validez de la sesión y afirmó que "se violó el reglamento" de la Cámara.
Sobre el final de la sesión, se la vio aún mas desencajada y reaccionó contra quienes estaban apostados en las barras: "Si tenés algo que decirle a Capitanich, decíselo en la cara, yo soy Sandra Mendoza", gritó.
La esposa del gobernador chaqueño cobró notoriedad más allá de su provincia por las críticas a su gestión como ministra de Salud provincial en medio de la epidemia de dengue y por otros escándalos (ver nota relacionada).
La sesión preparatoria había sido abierta a las 18:30 con la presencia 151 legisladores -en su mayoría opositores- por la titular de Asuntos Constitucionales, Graciela Camaño (ver nota relacionada).