El pasado 26 de agosto Alexandr Andréyev, de 52 años, fue a recoger hongos al bosque en los alrededores de San Petersburgo y se extravió. La situación se agravó al máximo cuando Andréyev se desplomó de un árbol, desde cuya altura pretendía determinar la dirección correcta, y sufrió lesiones que lo dejaron casi inmóvil. Solo consiguió hacer una llamada telefónica a su casa para decir aproximadamente en qué región se encontraba y se le agotó la batería según informó la agencia EFE.
En las labores de rescate, que terminaron en la media noche del sábado, participó un helicóptero, socorristas del destacamento del Servicio de Emergencias, familiares y amigos de Andréyev. Según los servicios de rescate, nombrados por una emisora de radio local, el herido sufre fractura de la cadera y la rotura de una costilla, que además ha dañado el pulmón.
Gracias a la breve llamada, la compañía de telefonía celular logró estrechar la zona de búsqueda, pero día tras día las esperanzas de hallar con vida al perdido se iban agotando. Sin embargo, Andréyev consiguió sobrevivir, recogiendo el agua de lluvia en bolsas de plástico y enterrándose de noche para protegerse del frío.
En la última semana, los socorristas de la región de Leningrado encontraron a otros dos recogedores de hongos que se extraviaron en los bosques de la zona, incluida una mujer de 69 años que se había fracturado una pierna.
En los alrededores de la vecina ciudad de Luga, por tercer día consecutivo, continúa la búsqueda de una mujer de 78 años que también salió a recoger hongos.