Boca Juniors avanzó en su aspiración de sumar un nuevo título internacional, al vencer a Once Caldas, de Colombia, por 3 a 1, en la 'Bombonera' en la primera final de la Recopa Sudamericana de fútbol.
Boca se lució en el primer tiempo con una ráfaga de fútbol y goles, pero en el segundo ofreció una imagen desdibujada.
Sebastián Battaglia, Neri Cardozo y Juan Diego González -éste en contra de su valla- anotaron los goles del equipo argentino a los 2, 7 y 17 minutos del primer tiempo y le otorgaron una valiosa ventaja para afrontar la revancha, el próximo miércoles en Manizales.
Once Caldas descontó a través de Mauricio Casierra, a los 42 minutos de la etapa inicial.
Boca exhibió una abrumadora superioridad sobre su rival, que fue una sombra del equipo que lo venció en la final de la Copa Libertadores 2004.
Apenas si los jugadores se habían acomodado en la cancha cuando llegó la apertura del marcador: un cabezazo de Battaglia -luego de un corner de Insúa- sobre la línea logró quebrar el cero en el primer ataque del equipo orientado por Alfio Basile.
Boca no le dio tiempo a reaccionar a Once Caldas. Sólo cinco minutos más tarde Cardozo marcó el segundo con una definición ante la salida del arquero Julián Mesa, luego de una precisa habilitación de Fernando Gago.
Once Caldas, golpeado por el inesperado comienzo del encuentro, vacilaba en agruparse en el fondo o en afirmarse en el medio para ensayar un cambio en el desarrollo.
Gago y Battaglia se adueñaron del sector central de la cancha. Federico Insúa, de a poco, se convirtió en el conductor de Boca.
En esa ráfaga favorable llegó el tercero. González, en un intento por despejar un tiro libre ejecutado por Insúa, clavó la pelota en el ángulo del arco custodiado por Mesa.
Boca, con una ventaja tan amplia, desaceleró el ritmo del partido.
Entonces Once Caldas intentó un golpe de timón con el ingreso de Arnulfo Valentierra y, aunque no logró dominar la pelota, en un descuido de Boca encontró el descuento a través de Casierra, a los 42 minutos, con una buena definición ante la salida de Abbondanzieri.
El segundo tiempo fue muy distinto. No tuvo la intensidad ni el vértigo de la etapa inicial.
Once Caldas, con el uruguayo Ismael Espiga en la cancha, adoptó una actitud más agresiva ante un rival que ofreció algunos flancos débiles en defensa.
Boca, desdibujado, sin fuerza ofensiva (salvo las acciones individuales de Bilos), sólo administró los tiempos del partido para consumar una victoria que le reportó una valiosa ventaja para encarar la revancha.
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