Crimen del empresario de Caballito: “El Carnicero” confesó su participación, pero dijo que el asesino fue el yerno

“Lo agarró cuando estaba arrodillado y lo acuchilló”, aseguró Pedro Ramón Fernández Torres. El ciudadano paraguayo es juzgado por el homicidio de Roberto Fernández Montes

Compartir
Compartir articulo
"El Carnicero" Pedro Ramón Fernández Torres baja el cuerpo del empresario español del ascensor

Pedro Ramón Fernández Torres, más conocido como “El Carnicero”, confesó ante el tribunal que lo juzga haber participado del crimen de Roberto Fernández Montes, un empresario español asesinado en 2017 en el barrio porteño de Caballito. Sin embargo, aseguró que fue engañado y que el ataque se había planificado como un robo.

Torres, quien logró permanecer cinco años prófugo, quedó filmado por las cámaras de seguridad del edificio cuando bajaba el cadáver por el ascensor envuelto en un cubrecama. De acuerdo a su declaración ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°5 de Capital Federal, el autor material del homicidio fue Santiago Corona, el ex yerno de la víctima que ya fue condenado en un juicio previo.

Dijo, además, que el supuesto asesino amenazó con matar a sus hijas.

La audiencia ante los jueces Cintia Oberlander, Alejandro Nocetti y Juan Manuel Grangeat comenzó a las 9.15 con la lectura del requerimiento de elevación a juicio, donde la fiscalía le atribuyó la coautoría de un “homicidio agravado por alevosía” -con pena de prisión perpetua- a Torres, que logró escapar a su país a tres días del hecho y recién fue detenido el 8 de febrero de 2022 en la ciudad paraguaya de Concepción.

Si bien en un principio dudó, luego de un breve intercambio con sus defensores oficiales, Sofía Lanzilotta y Ramiro Dillón, el imputado aceptó declarar por primera vez en la causa y habló durante casi una hora y media delante de los jueces.

Lo buscaban por el crimen del empresario español Roberto Fernández Montes

“Yo sé que una vida no va a volver, lamento mucho por las hijas (de la víctima) porque yo tengo hijas. Estoy muy arrepentido por haber estado ahí, porque este hombre me engañó y yo, por querer salir adelante, me equivoqué. Iba a ser un robo”, dijo Torres ante el TOC N°5.

Este es el segundo juicio oral que hay por el caso, ya que en diciembre de 2017 este mismo tribunal, aunque con otros jueces, condenó a la pena máxima de prisión perpetua a Corona, quien también quedó filmado manipulando el cadáver y que fue la persona a la que Fernández Torres trató este lunes de cargarle toda la responsabilidad del homicidio.

Fernández Torres manifestó que el móvil de su participación fue económico porque “necesitaba un préstamo” de 50.000 pesos para ponerse su propia carnicería y que por ese motivo un conocido suyo que trabajaba como mecánico - y que fue un primer detenido, luego liberado en esta causa -, le presentó a Corona para que le haga de prestamista.

Explicó que en una reunión que tuvo en el barrio porteño de Once, Corona le regaló 5.000 pesos, le dijo que no hacía préstamos, pero que necesitaba su ayuda para hacer “plata fácil” entrando a robar a lo de su suegro donde, según le dijo, “había 200 mil dólares en una caja fuerte, algo que era mentira”.

Roberto Fernández Montes, asesinado en 2017
Roberto Fernández Montes, asesinado en 2017

“Tenía dos familias que mantener, se aprovechó de eso. Me iba ‘psicologueando’, hablaba muy bien, parecía un doctor”, señaló al describir lo persuasivo que resultó ser Corona para que él aceptara la propuesta.

Contó que Corona le dijo que había vivido en el edificio de Caballito donde sería el robo, que le dio “el control remoto” del portón del garaje y “una llave” del palier de las escalas del edificio para que él entrara y pudiera “apretar” a Fernández Montes cuando llegara, y que además le aseguró que las cámaras de seguridad “no andaban”, dato erróneo, ya que los videos en los que quedaron filmados ambos fueron la clave de esta causa.

Al relatar lo que ocurrió aquel 21 de enero de 2017 en el edificio de la calle Aranguren 36 de Caballito, Fernández Torres recordó que entró por el garaje, subió al quinto piso por las escaleras y que allí esperó la llegada del suegro de su cómplice, a quien le apoyó por la espalda un celular y le dijo “esto es un asalto, no le va a pasar nada, no me mire”.

La víctima le respondió: “No tengo plata, soy un trabajador”. Y le entregó su celular y la billetera donde había “500 euros y 600 pesos”.

El Suzuki Fun donde se incendió el cadáver del empresario
El Suzuki Fun donde se incendió el cadáver del empresario

Si bien el plan original era maniatarlo con unos precintos plásticos, Fernández Torres relató que como la víctima se había “mareado” y había pedido tomar “sus pastillas”, él solo decidió encerrarlo en un cuartito “depósito de escobas” y le dijo que se quedara allí al menos por media hora porque ahora iba a llegar “una persona muy mala”.

“El Carnicero” recordó que en ese momento le tiró el manojo de llaves por el balcón a Corona para que pudiera entrar al edificio y que, cuando su cómplice ingresó al departamento, lo cuestionó por no haber atado a su suegro y le envió a revisar el dormitorio de su cuñada, a ver si encontraba “joyas y dólares” debajo del colchón, mientras él iba a “abrir la caja”.

En ese punto de su exposición, Fernández Torres contó cómo vio con sus propios ojos que Corona apuñaló por la espalda, con un cuchillo de cocina, al dueño de casa. “Escucho unos gemidos. Me asomo al pasillo, no veo nada. Y escucho otra vez como que parecía una pelea, voy y lo encuentro a él (por Corona) de espalda. Tenía un cuchillo”, dijo.

Y agregó: “Lo agarró cuando estaba arrodillado y lo acuchilló, lo estaba acuchillando. Le digo: ‘Qué te pasó’. Voy como para acercarme, y me apunta. Y me dice: ‘Andate de acá, andá a la otra pieza a agarrar la plata que está ahí’”.

El carnicero narró que cuando le dijo “vos estás loco, yo me voy de acá”, con la cuchilla en la mano Corona le replicó como amenaza: “Vos no te vas a ningún lado. Vos estás ya acá conmigo, tengo los nombres y hasta las escuelas de tus hijas, así que no me jodas, me vas a ayudar que después yo te voy a dar la plata”.

El acusado relató lo que después se vio en las cámaras: que junto a Corona bajaron el cadáver de la víctima envuelta en sábanas y un acolchado hasta el baúl del auto Suzuki Fun que usaba la víctima y que el yerno del empresario lo obligó a conducir el vehículo y llevarlo hasta el estacionamiento de un supermercado chino.

Fernández Torres reveló dos datos que no habían surgido de la investigación judicial: que un mes antes del hecho hubo un intento frustrado por la presencia de un policía en la cuadra y que, en esa oportunidad y en llamados amenazantes que recibió posteriormente, participó una tercera persona a la que no pudo identificar y de la que solo dijo que era “un hombre grande” y “argentino”.