Producción acuícola: el nuevo motor económico en el Vraem que beneficia a cientos de familias

La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) ha extendido su marco de acción en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), apostando por la actividad acuícola como un mecanismo de desarrollo económico alternativo al cultivo de coca.

De acuerdo a Inforegión, desde el año 2019, esta iniciativa busca ser una fuente de ingresos legítima para los habitantes de la región, alcanzando a más de 800 unidades acuícolas distribuidas en 21 distritos.

Sin embargo, el trabajo de Devida por promover la acuicultura en el Vraem no solo se limita a la producción piscícola sino que también incluye la capacitación en técnicas de manejo y comercialización, implicando a varias asociaciones y familias locales.

El proyecto, además de tener un impacto directo en la economía de la zona, se posiciona como una respuesta frente a las actividades ilícitas que amenazan al Vraem, ofreciendo una alternativa sostenible y prometedora para sus ciudadanos.

En ese sentido, a medida que avanzó la intervención de Devida, paulatinamente, la acuicultura demostró ser una inversión con retorno rápido y una ruta hacia la estabilidad económica.

Por ello, en la actualidad, esta actividad no solo ha logrado atraer a productores individuales y asociaciones sino también a los gobiernos locales interesados en el desarrollo alternativo.

La actividad acuícola en 21 distritos ha logrado un importante desarrollo gracias a la implicación de cinco grandes asociaciones conformadas por productores locales que, hoy en día, vienen siendo capacitados en sanidad pesquera y formalización.

Además, entre las acciones llevadas a cabo por Devida, se incluye el esfuerzo por mejorar la comercialización de los productos acuícolas, ofreciendo a las familias asesoramiento en la gestión de flujo de caja y manejo financiero.

Sobre ello, Jesús González destaca la importancia de intervenir en la fase de comercialización para optimizar los ingresos de las primeras campañas, entre otras estrategias para fortalecer al sector.

En relación a la comercialización y consumo de pescado en la región, Devida ha implementado estrategias para impulsar estos aspectos, evidenciando que, aunque el consumo local todavía no alcanza el promedio nacional, existe un potencial significativo para su aumento.

Esto se sustenta en acciones como la organización de cursos gastronómicos que fomentan el consumo de pescado, con el objetivo de elevarlo al estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Pues, a pesar de los avances logrados en la zona del Vraem, el consumo de pescado local aún no alcanza el promedio nacional, situándose en 9.8 kilos por persona al año, frente a una media de 11.5 kilos.

En respuesta a esta situación, Devida ha organizado más de 30 cursos gastronómicos el año pasado y planea aumentar esta cifra a 50 para el presente año. El objetivo es elevar el consumo a 13 kilos de carne de pescado por persona al año, siguiendo las recomendaciones de la OMS.

Este esfuerzo colaborativo apunta a consolidar un mercado sólido para los productos acuícolas en el Vraem, contribuyendo al bienestar económico y social de la valle, ubicado en la densa selva de las provincias de Huanta (Ayacucho), Satipo (Junín) y La Convención (Cuzco).